Ganchos de armado

Eran muchas las ventajas de la ballesta con respecto al arco en la Edad Media, siendo la principal la facilidad de manejo y la escasa formación necesaria para operarlas. Sin embargo, precisamente por la fuerza de su lanzamiento, uno de sus inconvenientes era la dificultad de su armado.

El ballestero podía fatigarse excesivamente por el armado repetitivo de su arma a fuerza de brazos. Tanto es así, que las ballestas innovaron sistemas mecánicos para el armado mas eficiente en términos de energía, como los cranequines, patas de cabra o molinetes, que se comenzaron a innovar en el siglo XIV.

Pero ya antes las ballestas contaban con un estribo en el que se apoyaba el pie para facilitar el montado. Y también este tipo de ganchos que trababan la cuerda y, fijados al cinturón, permitían usar las piernas para el armado, en lugar de los brazos, aplicándose así una mayor fuerza.

Esta réplica incluye los dos ganchos de acero unidos por una sencilla pieza de cuero que puede ajustarse al cinturón.

Detalles:

• Material: acero forjado, cuero de curtido vegetal
• Longitud: 28 cm aprox.
• Ancho: 4.3 cm aprox.
• Peso aproximado 200 gr.

Peso del envío: 0.35 kg aprox.

En la imagen inferior un ballestero del siglo XIII armando su ballesta, con estribo y ganchos, Libro de Horas de Maastricht, Biblioteca Británica, hacia 1300. Obsérvese la aljaba también colgada de su cinturón.