Moharra de pica de punzón 1500-1600

La pica fue uno de los elementos que distinguieron a los Tercios españoles en el siglo XVI y XVII. Utilizada desde la Antiguedad, la pica tiene su antecedente en las sarisas macedónicas, que eran el arma principal de las falanges griegas. Con una longitud que oscila entre los 3 y los 6 metros (unos 5,5 metros como estándar en los Tercios), debían dotarse de una madera fuerte (normalmente fresno o haya) y operarse con una destreza y fuerza extraordinarias. En su parte superior se instalaba una moharra ofensiva (normalmente cubierta para protegerla de la humedad y evitar la atracción de rayos) y en la parte inferior se fijaba un regatón, que ayudaba a fijarla en posición vertical o inclinada y a equilibrarla para su uso en horizontal.

Son los suizos los que, en la Baja Edad Media, recuperan el uso de las picas en formaciones cerradas, devolviendo así a la infantería un papel protagonista en los campos de batalla. as picas tuvieron su origen en los suizos, que con implacables cargas al paso llegaron a ser considerados los mejores soldados del mundo por su disciplina y decisión. Así, ya a finales del siglo XV podemos comprobar como ejércitos hispanos comienzan a armarse "a la suiza". Sin embargo, la combinación de la pica y el arma de fuego, creada por los españoles, llevó a este arma a su culmen. Una forma de combate que, con la adicción de nuevas características y el perfeccionamiento de mano de genios militares como el Gran Capitán, sentarán las bases de los conocidos Tercios.

En los primeros Tercios de las campañas italianas, el porcentaje de piqueros (o picas secas en la jerga de los Tercios) alcanzaba el 40%, pero a lo largo de las campañas, fueron disminuyendo a favor de los soldados con armas de fuego, hasta reducirse a un 20% en el siglo XVII. Por tanto, la pica llegó a ser el arma básica de los ejércitos del siglo de oro, el cimiento del escuadrón, la fortaleza andante. Se llegó a decir que sin picas se deshace el ejército. Ciertamente las picas fueron la base de las formaciones durante el siglo XVI, pero ya en el siglo XVII, la potencia de las armas de fuego relegó a la pica a un papel cada vez más defensivo, hasta ser una simple arma de refuerzo, para desaparecer completamente de los campos de batalla a mediados del siglo XVIII.

Las moharras de las picas adoptaban distintas formas, ya que no existía un patrón común homogéneo. El modelo que aquí presentamos es llamado de puñal, en acero forjado a mano. Esta moharra no lleva los topes horizontales que algunas picas incorporaron. Para muchos es el tipo de pica más mortífero, carece de filo pero tiene una punta rompedora, que la hacía temible incluso al enemigo bien protegido.

Características:

• Longitud total: aprox. 36,5 cm
• Diámetro del cubo: aprox. 30 mm
  

Peso del envío 0,7 kg.