Casco Tracio II

Este casco tracio es una réplica del original hallado en Pompeya y por tanto datado hacia el año 79 d.C. Hoy puede verse el original en el Museo Arqueológico Nacional de Nápoles:

El casco, a la vez que protegía al gladiador, dificultaba mucho la lucha pues además de estorbar la visión, hacía difícil respirar e incluso oír. Esto hacía que el gladiador de tipo Tracio, así como el secutor, tuviera que luchar de frente y evitar perder de vista a su contrincante.

La calota es muy alta, parecida a la del mirmillo, con un ala ancha y recta. La cara está protegida enteramente por este casco, que lleva dos aperturas circulares enrejadas como visores, que en esta versión están remachadas. La cimera, curvada hacia delante, termina en una cabeza de grifo dorada, características de los cascos tracios.

El casco está completamente realizado en latón. Para mejorar el mantenimiento anticorrosión, las partes internas han sido tratadas con pintura negra. Cuenta con una decoración de palma de Victoria enmarcada en cornucopias. 

Además, este casco incluye un forro ajustable de cuero y una correa con hebilla, realizada en cuero de 3 mm de grosor, para un ajuste seguro a la cabeza del recreador. Incluye también unos canutos laterales, para que el gladiador luzca en ellos plumas o penachos, tal como hacían los gladiadores reales en la arena. 

Tanto los canutos para plumas como la cresta con grifo están también decorados, lo que aporta a este casco un toque de distinción.

El gladiador tracio luchaba armado con un escudo pequeño, una sica, grebas, una manica y un cinturón protector.

Características y medidas (talla única):

• Circunferencia interior (aprox.): 65 cm.
• Largo (de atrás a delante): 22 cm.
• Ancho (de oreja a oreja): 19,5 cm
• Fabricado en latón de 1.3 mm de grosor.
• Diámetro del visor: 9 cm
• Diámetro aberturas circulares del visor: 1,7 cm
• Peso (aprox.): 2,6 Kg.