Marco Aurelio (121-180), fue el último de los llamados “Cinco Emperadores Buenos”, y también uno de los más grandes filósofos romanos.  Dejó para la posteridad una de las más obras relevantes del estoicismo, sus Meditaciones, que aún hoy sigue leyéndose.

ORIGENES, INFANCIA Y JUVENTUD

Marco Aurelio nació en Roma el 25 de abril del año 121; su nombre completo era Marco Annio Catilio Severio.  Su apelativo “Annio” aludía a la gens a la que pertenecía su familia, colonos itálicos oriundos de Setia (Italia) pero radicados en Ucubi, la actual Espejo (Córdoba, Hispania).

Su padre fue Marco Annio Vero, pretor del Senado romano, y su madre Lucila Domicia Lucila. Esta familia además tenía vínculos familiares con Trajano y Adriano.

Tras la muerte de su padre, fue adoptado y designado heredero por su madre y por su abuelo paterno Annio Vero.  Cuando el joven noble tenía seis años, fue el propio emperador Adriano el que gestionó su ingreso en la orden ecuestre al que siguió dos años después el ingreso se le admitió en el colegio sacerdotal de los Salios[1].

Por esta época, además, fue comprometido con Ceyonia Fabia, hija del respetado político Lucio Ceyonio Cómodo y hermana del futuro co-emperador de Marco Aurelio, Lucio Vero.

En estos años, Marco Aurelio recibió una esmerada educación.  De esta sabemos algunos datos gracias a la Historia Augusta y a las propias cartas y el libro Meditaciones que escribió Marco Aurelio:  A instancias de su madre, fue instruido en el estudio del latín y el griego helenístico, así como en clases de filosofía a cargo del sabio Diogneto, quien fue su tutor en esta época. También recibió clases de retórica y gramática, cuya enseñanza fue encomendada a los sabios Herodes Ático y Marco Cornelio Frontón[2].  Estos dos últimos sabios serían con el tiempo importantes consejeros y amigos de Marco Aurelio.

Busto de factura romana con el posible rostro de Herodes Ático, uno de los sabios que fue maestro de Marco Aurelio. Encontrado en Probalinthos (Grecia). Datado hacia el 160 d.C.   Fuente: Wikipedia/CC

Estas influencias intelectuales además del hastío de una vida cortesana llena de pompa y excesos, debieron ejercer una influencia en el joven Marco Aurelio quien manifestaba ya desde joven su desdén por el lujo de la vida palaciega y su pasión por la formación filosófica.  De hecho, tal como cuenta en sus Meditaciones el mismo emperador, conoció no sólo a Diogneto sino que después, recibió las enseñanzas filosóficas de Apolonio de Calcedonia y en especial, de Junio Rústico, quien le hizo conocer las máximas del Enquiridión de Epicteto. Estas influencias le hicieron adoptar por vestimenta la toga de los filósofos, llegando incluso a dormir en el suelo sobre un tablado y una manta con la intención de llevar una vida austera.

En el año 136, gobernando el emperador Adriano, éste eligió a su hijo adoptivo Lucio Ceyonio Cómodo[3]  como su sucesor, pero a los dos años el heredero falleció y por lo tanto se nombró a un nuevo sucesor, Antonino Pio. Sin embargo, esta designación venía con una condición: Antonino debería adoptar a Marco y Lucio Vero como sus hijos y sucesores, a lo que el heredero accedió.

También ese mismo año, contando 15 años, Marco Aurelio comenzó a vestir la toga viril, con lo que pasaba ya a la vida adulta pudiendo asistir de manera oficial a banquetes, audiencias y rituales.

LOS AÑOS BAJO ANTONINO PIO

El año 138 fue trágico para el joven Marco Aurelio, ya que murieron su abuelo y tutor Vero y el emperador Adriano. 

Antonino fue proclamado emperador y el joven Marco tomó el nombre de Marco Aurelio Antonino en honor del nuevo emperador.  Para Marco Aurelio, Antonino Pío sería un gobernante modélico y una figura a seguir desde entonces.

Sestercio de Antonio Pio con la personificación de Italia en el reverso sentada sobre un orbe y con la cornucopia y un cetro. Fuente: Wikipedia /CC

Marco Aurelio es nombrado Caesar en 139, y después pasa a ser cónsul. Años después, en 145, por orden de Antonio Pio, Marco Aurelio se casa con Faustina la Menor, hija del propio emperador, eximiéndole de hacerlo con su antigua prometida Ceyonia Fabia. El principal motivo de este nuevo matrimonio era poder establecer lazos dinásticos más sólidos. 

En el 147, recibió la tribunicia potestas[4] y el imperium[5], los más grandes poderes formales del imperio.

En esta época, Marco Aurelio continuó profundizando en sus estudios filosóficos ahora ya desde una vertiente estoica.

MARCO ANTONIO, EMPERADOR

En marzo del año 161 falleció Antonino Pío.  Entonces, el senado vio a Marco Aurelio como el nuevo emperador; sin embargo, de acuerdo con lo establecido por Adriano, Aurelio rechazó el honor a menos que Lucio Vero fuera nombrado co-emperador junto a él.

Los nuevos co-emperadores comenzaron de modo eficiente su gobierno con una serie de medidas políticas que fueron muy bien recibidas por el pueblo y el estamento militar, tales como mejoras en la condición laboral del pueblo, políticas de beneficencia a través de los “alimenta” para los más menesterosos y un mejor trato y sueldo a las tropas romanas.  Fue el inicio de una época donde se impulsaron las artes, la educación y el comercio y Roma alcanzó su máxima expansión como Imperio.

A la hora de gobernar, Marco Aurelio continuó aferrado a sus principios estoicos como emperador, pero Vero, que desde joven siempre era más dado a los placeres mundanos, se destacó por sus extravagantes fiestas, donde se autohomenajeaba y daba caros regalos a sus amigos. En una de estas fiestas se gastaron nada menos que 6 millones de sestercios, lo que escandalizó a Marco Aurelio.  Mientras tanto, Faustina la Menor, según nos relata la Historia Augusta, desde una fiabilidad a los sucesos que hoy nos es dudosa, era muy dada a tener amantes de origen gladiador o esclavo a espaldas de Marco Aurelio.

A izquierda, retrato de Lucio Vero y a derecha retrato de Faustina la Menor.  (Fuente: Wikipedia/CC)

LA EMBAJADA ROMANA A CHINA (166)

En esta época, en una franja cronológica que va del 160 al 166 tuvo lugar la que es considerada oficialmente la primera embajada romana a China, que en las crónicas latinas aparece como Seres y que exportaba ya en esta época hacia Occidente toneladas de seda a través de la famosa Ruta de la Seda.

Las crónicas chinas Hou Hanshu de la Dinastía Han nos hablan de que fue enviada por Yantún (“Antonino”[6]), rey de Da Qin (Roma): “En el reino de Huan Di, el rey de Da Qin (Roma), Yan-Tún envió una embajada que fue recibida en la frontera de Jinan (Anam o Cochinchina) ofreciendo marfil, cuernos de rinoceronte y caparazones de tortuga. Desde hace tiempo dátanse las relaciones directas entre nuestro reino y el de ellos[7].  Sin embargo, nada nos dicen las crónicas romanas por lo que este testimonio chino es muy revelador.

LA GUERRA PARTO-ROMANA QUE TRAJO UNA PANDEMIA

Mientras tanto, en Oriente, el rey parto Vologases invadió Armenia, la cual estaba bajo la protección de Roma.   Se inició así una guerra con los partos que duró cinco años y se saldó con la victoria romana.

 Sin embargo, la guerra en Oriente trajo la pandemia que diezmó a lo largo de varias olas grandes zonas del Imperio Romano, especialmente el Mediterráneo Oriental y Central, incluyendo Roma donde llegaban a fallecer hasta 2000 personas diarias[8].  Dicha pandemia fue conocida como la “Plaga Antoniana”[9] y actualmente, muchos historiadores creen que se trató de viruela. 

Para paliar sus efectos, Marco Aurelio mandó llamar a Galeno a Roma donde montó una especie de consulta para indagar sobre la enfermedad y tratar de hallar una cura[10].

La virulencia de la pandemia fue tal que obligó a los dos co-emperadores a refugiarse en el norte de Italia.

Poco después, para empeorar la situación, en el 167, la tribu marcomana invadió desde Germania las provincias romanas del Danubio casi a la par que otro pueblo, los sármatas. Para hacerles frente, Marco Aurelio se unió a Vero y entre ambos consiguieron derrotar a estos pueblos invasores, quienes se volvieron a replegar tras las fronteras del Limes Germanicus.

En 169, Lucio Vero falleció, posiblemente a causa de una de las olas de la plaga arriba mencionada, quedando Marco Aurelio como único emperador.

ENTRE BÁRBAROS Y REBELIONES

Durante los diez años siguientes (170-180 d.C.), Marco Aurelio prosiguió sus campañas contra las tribus germánicas.  Aunque no era para él la vida ideal del filósofo, la sobriedad y el rigor de la vida militar le proporcionaba un entorno austero muy afín y conforme al pensamiento estoico. 

En este periodo tuvo como compañeros de batalla y amigos a sus generales Claudio Pompeyano y Helvetio Pertinax.

Por otra parte, aunque  Marco Aurelio en su juventud no había sido entrenado en las artes de la guerra, se reveló como un gran estratega militar, llevando a muchas victorias al ejército. Fue tal la admiración que gozó a su alrededor por ese carácter mezcla de soldado y filósofo, que muchos pensaban que era la reencarnación de Alejandro Magno.

Estatua ecuestre en bronce de Marco Aurelio erigida en Roma.  A diferencia de otras estatuas ecuestres romanas esta nos llegó a nosotros gracias a que se creyó que era la estatua del emperador Constantino, defensor del cristianismo.  Fuente: Wikipedia/CC

En estos años, también su mujer Faustina la Menor le acompañó a las distintas campañas entre el año 170 y 175 d.C..  Gracias a este apoyo mostrado al ejército, los soldados comenzaron a admirarla y le dieron el título de Mater Castrorum (la “Madre de los Campamentos”), lo que ayudó a disipar la fama de mujer promiscua que había adquirido años atrás en Roma cuando era más joven.

Entre el año 170 y 175, Marco Aurelio hizo muchas campañas contra las tribus germánicas venciéndolas.

Tiempo después, acompañado por Faustina y su hijo Cómodo, marchó hacia Oriente Próximo, donde en el 175 se había rebelado Avidio Casio quien se autoproclamó emperador.  Sin embargo, para cuando llegó, el usurpador había sido asesinado por un seguidor y se pudo pacificar la zona con mucha facilidad. 

Tras unos meses en lo que hoy es Siria y Palestina, desde allí viajó a Egipto donde visitaron Alejandría.  Seguramente, Marco Aurelio visitaría la tumba de Alejandro y famosa Biblioteca en busca del saber de los filósofos estoicos y de otras escuelas.

Desde Alejandría, el emperador regresó a Europa por tierra volviendo de nuevo por Siria y Palestina.  En el invierno de ese año, al llegar a Halala (sur de Capadocia, actual Turquía) la emperatriz Faustina falleció de repente[11]. En esta localidad y en su honor, el emperador ordenó fundar la ciudad de Faustinópolis y erigió en Roma un templo en su honor, divinizándola, tal como nos comenta la Historia Augusta.

Desde allí, la comitiva imperial se dirigió a Esmirna donde Marco Aurelio visitó la ciudad.  Se cuenta que allí reprimió duramente a su hijo Cómodo, que a la sazón tenía 16 años, sobre su carácter violento y licencioso y la mala influencia de su esclavo amante que ejercía sobre él.   Pese a este carácter, Marco Aurelio confiaba que con los años ese carácter se rectificaría y le nombró su sucesor.

Tras Esmirna, la comitiva imperial llegó a Atenas, la ciudad por excelencia de los filósofos y muy querida para el Emperador en donde fundó un Colegio con cátedras en el que se enseñaría Ciencias y, sobre todo, Filosofía[12], que podría considerarse el germen de lo que entenderemos después como universidades.

Tras su paso por Grecia, la comitiva imperial llegó a Roma donde fue recibida con un gran desfile triunfal por las calles de la Ciudad Eterna que agasajó con vítores al Emperador.

ULTIMAS CAMPAÑAS MILITARES Y MUERTE

Sin embargo, poco duro la tranquilidad, ya que, de nuevo, hacia el 178 d.C., una invasión bárbara en las márgenes del Limes Germanicus le obligó a dejar Roma y encaminarse hacia el Norte para combatirlas. 

Marco Aurelio pasó el año siguiente entre campañas y en su campamento de Carnuntum, aprovechando los momentos que tenía libres para seguir dando consejos a su hijo Cómodo y escribir lo que serían sus famosas meditaciones filosóficas.

La campaña contra los germanos acabó en victoria y en marzo del 180, mientras preparaba en Vindobona[13] la invasión de los territorios de la actual Bohemia, Marco Aurelio cayó enfermo y murió quizás de viruela, la misma plaga que se había llevado a su amigo y co-emperador Vero años atrás.

El imperio romano a la muerte de Marco Aurelio, con su máxima extensión. Fuente: Wikipedia /CC

Tras su muerte, Marco Aurelio fue divinizado y sus cenizas se transportaron a Roma, donde depositadas en el Mausoleo de Adriano (hoy el Castillo de Sant’Angelo). En su honor, además, se erigió además una columna parecida a la Trajana, para conmemorar sus victorias contra los sármatas y los germanos.

Faustina y Marco Aurelio tuvieron 14 hijos como descendencia, entre ellos, el ya mencionado Cómodo quien sucedió como emperador a su padre. 

Sin embargo, el gobierno de Cómodo en nada se parecería al de su padre e hizo realidad una de las máximas de Marco Aurelio de sus Meditaciones (la IV.57): "Lo que no transmite luz crea su propia oscuridad"[14].

En cambio, con la muerte de Marco Aurelio terminaba una de las etapas más esplendorosas y estables para el Imperio Romano con un monarca que encarnó el ideal platónico del ‘gobernante filósofo’  y donde como afirma el historiador Dión Casio en su Historia Romana,  se pasó de una Edad de Oro a otra de hierro y óxido[15].

LAS “MEDITACIONES”

Antes de acceder al gobierno del imperio, Marco Aurelio ya había adquirido el hábito de escribir durante sus viajes cartas diarias a su maestro y consejero Marco Cornelio Frontón, a quien comentaba cuestiones de estilo y retórica e informaba sobre el curso de sus estudios y acerca de su delicada salud, castigada por el rígido ascetismo que se imponía; después pasó escribir para sí mismo, y en griego, cuando antes lo había hecho sólo en latín.

Las “Meditaciones” son un conjunto de máximas escritas en griego helenístico durante sus campañas militares en la década de 170, que se dividen en doce libros llenos de en una serie de reflexiones inspiradas por su experiencia cotidiana y por la filosofía estoica, en particular la de Epicteto. Su visión del hombre es pesimista, pues considera que sus pasiones son el factor principal de la corrupción del mundo, por lo que aconseja perseguir tan sólo aquellos fines que dependan de uno mismo.

En sus textos vemos un tono muy personal, ya que parten de una reflexión íntima y crítica, y acusan una tendencia a transformar la doctrina en un constante examen de conciencia.
Una guía estoica que aún hoy en día se sigue leyendo y analizando, aunque ahora en clave autoayuda.

BIBLIOGRAFIA RECOMENDADA

ADAMS, Geoff W. (2013) Marcus Aurelius in the Historia Augusta and Beyond. Lanham, MD: Lexington Books

BIRLEY, Anthony (2022):  Marco Aurelio. Editorial Gredos. Madrid. Traducción española de José Luis Gil.

CERVERA, Francesc (2022). “La Peste Antonina: Una pandemia que devastó el Imperio  Romano”. National Geographic Historia.  Enlace disponible en: La peste antonina, una pandemia que devastó el Imperio Romano (nationalgeographic.com.es)

DIÓN CASIO (Ed. 2004): Historia Romana. Editorial Gredos, Madrid. Traducciones y notas por: José Mª Candau Morón y Mª Luisa Puertas Castaños

GRIMAL, P (1997). Marco Aurelio. México D.F.: Fondo de Cultura Económica. ISBN 84-375-0434-1.

MARCO AURELIO (Ed. 2005): Meditaciones. Editorial Cátedra. Madrid.  Traducciones y notas por: Francisco Cortés y  Manuel J. Rodriguez.

PIERROTTI, Nelson (2008). “Roma y China en la Antigüedad: Los contactos a través de la Ruta de la Seda (s.II a.C. – V d.C.).  Disponible enlace online en: Roma y China en la Antigüedad: los contactos a través de la ruta de la seda (s. II a.C.-V d.C.) (researchgate.net)

R. GENOVÉS, Fernando (2012):  Marco Aurelio, una vida contenida. Editorial Evohé. Madrid.

[1] Este colegio, junto con los arvales, los lupercos y los feciales, conformaba las cuatro cofradías encargadas de las tareas ceremoniales en el colegio de pontífices. Estos religiosos ejecutaban los ritos de la guerra y alianza en nombre del pueblo romano.

[2]Marco Cornelio Frontón (95-167) fue un   senador romano, gramático, retórico, epistológrafo y abogado romano de la etapa altoimperial.

Aunque también llegó al consulado, se le conoce principalmente por haber sido maestro y amigo personal del emperador Marco Aurelio. La correspondencia que mantuvo con él y con otros personajes próximos a la familia imperial es una de las fuentes principales que se conservan del final del periodo de los Antoninos.

[3] También conocido como Luco Elio César.  Su hija Ceyonia Fabia fue prometida en matrimonio a Marco Aurelio a la corta edad de 6 años.

[4] El poder que asumía el emperador de por vida (herencia de los antiguos tribunos de la plebe republicanos), poder que era renovado anualmente, según consta en las monedas.

[5] Imperium es un término latino que se traduce como “dominio” y cuyo significado moderno es el poder público. En la Antigua Roma significaba el poder de mando y castigo, de índole militar, del gobernante sobre los ciudadanos convocados a la guerra y el dominio sobre los territorios conquistados.

[6]Hay distintas atribuciones para este “An-Tún”,  bien pudiera ser Antonino Pío pero se descarta que fuese él ya que había fallecido en el 161 y esta embajada tiene lugar en el 166, cinco años después de su muerte, por lo que es muy probable que sea su sucesor Marco Aurelio Antonino.

[7] PIERROTTI, Nelson (2008). “Roma y China en la Antigüedad: Los contactos a través de la Ruta de la Seda (s.II a.C. – V d.C.).  Disponible enlace online en: Roma y China en la Antigüedad: los contactos a través de la ruta de la seda (s. II a.C.-V d.C.) (researchgate.net) [Consultado el 15/03/2024]

[8] CERVERA, Francesc (2022). “La Peste Antonina: Una pandemia que devastó el Imperio  Romano”. National Geographic Historia.  Enlace disponible en: La peste antonina, una pandemia que devastó el Imperio Romano (nationalgeographic.com.es) [Consultado el 14/03/2024]

[9] También se la llama “Peste Antoniana” por algunos historiadores.

[10] CERVERA, Francesc (2022). “La Peste Antonina: Una pandemia que devastó el Imperio Romano”. Art. Cit.

[11] Sin embargo, una tradición afirma que fue el mismo Marco Aurelio quien a raíz de una nueva infidelidad de Faustina le ordenó que por decoro se quitase la vida según los preceptos estoicos.

[12] Este Colegio o Academia agrupó en su cátedra de Filosofía a las cuatro corrientes filosóficas imperantes en ese momento:  estoicos, aristotélicos (peripatéticos), cínicos y epicúreos.

[13] La actual Viena, capital de Austria.

[14] Cfr. MARCO AURELIO (Ed. 2005): Meditaciones. Editorial Cátedra. Madrid.  Traducciones y notas por: Francisco Cortés y  Manuel J. Rodríguez.

[15] Cfr. DIÓN CASIO: Historia Romana. Edición 2004, Editorial Gredos, Madrid. Traducciones y notas por: José Mª Candau Morón y Mª Luisa Puertas Castaños

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