Daga de vela 1650-1720

La daga de vela, una evolución

Añadir una pieza de metal que cubriera enteramente la mano izquierda fue la última evolución de las dagas de mano izquierda. Permitía una esgrima más sutil al mejorar la protección de la mano de tal forma que el tirador podía centrarse más en la técnica y preocuparse menos de ser herido en la mano. Esta daga, a la que las fuentes históricas se refieren con nombres como misericordia, quitapenas, daga de zurda, izquierdilla, daga de caridad, daga de vela o daga a secas, se convirtió por tanto en una especialidad de las conocidas como de mano izquierda, y además en un elemento icónico de la llamada esgrima española, que conjugaba el uso simultáneo de ropera y vizcaína, una en cada mano.

Muchos llaman a esta daga Vizcaina, aunque no hay constatación de que la denominación  trascienda el argot típicamente literario del siglo XX.

En el ambiente militar, la daga de vela se hizo tan imprescindible en la panoplia del soldado de los Tercios como su espada militar de profusos gavilanes. Los soldados solían llevar la daga al cinto, detrás y a la altura de los riñones, para facilitar su acceso, aunque algunas versiones muy grandes podían aconsejar llevarla al lado. Esta daga provocaba que nunca fuera buena idea desafiar a un soldado que pudiera llevarla oculta. Su longitud era variable pero podía osiclar entre los 40 y los 60 cm de largo, lo que la convertía en un terrible "gladius" del renacimiento. La decoración de estas dagas estaba muy extendida y no se quedaban atrás de las roperas en cuanto a amplios gavilanes, elegantes grabados y profusos adornos: en las armas se manifiesta también la tendencia barroca a la exageración, el recargamiento y el "horror vacui". Por ello, era muy normal ver grabados tanto en las velas como en las conchas, así como en las hojas mismas, que solían decorarse con motivos vegetales y escribirse con lemas (en castellano o en latín), nombres de familia o incluso versos militares o jocosos.

Una reproducción excepcional

Este maravillosa reproducción, tal y como muchos originales de la época, incorpora en la parte superior de la hoja, un filo serrado, cuyos dientes ayudaban al soldado a trabar la hoja de la espada del adversario, consiguiendo con ello una ventaja momentanea que podía decantar el enfrentamiento.

La hoja está forjada en acero templado e incorpora en uno de sus filos dicho serrado característico de trabar hojas enemigas. La base de la hoja reproduce los orificios del original y las medidas son fieles a los modelos históricos que se han consultado. Es completamente funcional y battle-ready, pero por seguridad no está afilada y su punta está redondeada. El puño está forrado con cuero de vacuno de 2 mm de grosor, para un agarre cómodo, seguro y 100% histórico.

A continuación algunos detalles de esta esplendida daga de vela:

• Longitud de hoja: aprox. 41 cm
• Longitud total : aprox. 56 cm
• Longitud de gavilanes: aprox. 29 cm
• Peso: aprox. 550 gr.

Este es un producto 100% fabricado en España, mediante métodos de herrería tradicionales.

En la imagen inferior dagas de vela en el Museo de la Armería de Vitoria.