Loculus

Tras las reformas de Mario (siglo I a.C.), en épocas de campaña pero también durante sesiones de instrucción, los legionarios romanos realizaban marchas de muchos kilómetros, durante las cuales cada soldado debía cargar con su impedimenta y raciones.  Esto supuso el dicho jocoso por parte de los propios soldados, por el que se llamaban a sí mismos "las mulas de Mario". Esta reforma permitió a las legiones ampliar su radio de acción mucho más lejos y con mayores garantías de auto sostenimiento, lejos de la Ciudad. Para facilitar la carga, los soldados utilizaban una herramienta llamada furca, especie de cruz o cruceta de madera simple que cargaban al hombro. De ella, el legionario colgaba cuantos utensilios podía, de modo que le fuera más liviana la larga caminata bajo el sol, la lluvia o el frío.

De toda furca colgaba, entre otras cosas, una bolsa de cuero llamada loculus o pera. Consistía en dos piezas de cuero cosidas entre sí, con una abertura para introducir objetos delgados, quizá documentos de pergamino, tablillas escritas, herramientas, tabelae cerata o cualquier otro objeto valioso. Algunos expertos modernos, como M. Volken, interpretan el loculus como cantimplora para el agua (o para la posca), en función de algunas representaciones que parecen indicarlo. Sin embargo, la existencia de otro tipo de bolsas de cuero con uso para agua mucho más claro ponen en duda esta teoría. El diseño cuadrangular del loculus también parece indicar un uso dificil para líquidos. El debate sigue abierto.

Esta réplica loculus incorpora una correa para facilitar su colgado de la furca, así como otra mayor para llevarla colgada del hombro. Este loculus formaba parte de la sarcina, nombre con el que se conocía el conjunto de objetos con el que cargaba el legionario, ver imagen inferior, que ilustra una sarcina extractada de la Columna Trajana.

Medidas:
- Alto: aprox. 34 cm
- Ancho: aprox. 43 cm
- Peso: aprox. 0.9 kg

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