Laguncula

A partir del final de la República romana, el legionario debía transportar raciones, para su consumo personal junto con todo su equipo. Cada legionario portaba su ración de líquidos (ya sea agua, posca o vino) en un odre hecho con piel de animal. Almacenar estos líquidos en piezas de metal daría mal sabor al contenido. Además el metal podría corroerse por la acción del agua y los ácidos del vino. Es por ello que probablemente esta laguncula o cantimplora romana estaba más reservada al transporte de aceite de oliva, alimento vital en la dieta del legionario. Los análisis químicos practicados en las piezas originales arrojan trazas de ácido oleanólico. Esto concuerda con la opinión de expertos acerca de que la ración de aceite para cada soldado estaba detallada en las normas del ejército, al igual que la de grano de cereal.

Como el original arqueológico, tiene un tapón extraíble y un asa con la que se puede colgar de la furca para su transporte por el legionario. Los laterales incorporan decoraciones en latón. El interior se impermeabilizaba con cera o brea, materiales de los que se han encontrado vestigios en los originales arqueológicos.

Un elemento más de la panoplia de las "mulas de Mario".

Detalles:
- altura: aprox. 20 cm (24 cm incluyendo el asa)
- peso: aprox. 0,7 kg
- volumen: aprox. 1,5 litros

Se han encontrado originales bien conservados en el sureste de Francia, datados en el siglo IV aunque se estima que los modelos precedentes no variaban mucho. Están hechas de hierro y latón, como la réplica que ofrecemos. Fueron encontradas en la tumba de un legionario, por lo que este objeto pudo ser muy personal y querido por el difunto. O bien, constituyen el regalo u homenaje postrero de algún camarada, a modo de exvoto u ofrenda fúnebre.

Este es un producto para recreación histórica, no apto para contener líquidos en ninguna forma.