Gola

La gola en la Edad Media era la protección del cuello, que en un principio fue de cota de malla y después fue evolucionando hacia modelos mas elaborados. Supone un paso inferior al gorjal, que se eleva para proteger más superficie. Durante los siglos XVI y XVII todas las protecciones metálicas fueron siendo abandonadas al mismo ritmo que se perfeccionaban las armas de fuego. La gola como tal se mantuvo durante más tiempo, especialmente entre los oficiales, que en los Tercios llevaban a gala el no quitarse la gola mientras estuvieran de servicio.

Con el tiempo la gola evolucionó, a lo largo de los siglos XVIII y XIX, a una pequeña placa metálica colgada del cuello mediante una cadena. Este símbolo estuvo vigente hasta el siglo XX para señalar el suboficial u oficial que se encontraba en servicio.

Esta gola se compone de un pectoral y una placa trasera más pequeña y cuenta con correas de cuero remachadas con hebillas para un ajuste individual.  Está hecha de acero de 1 mm de espesor con remaches y sin bordes afilados, por lo tanto muy segura para largas jornadas de recreación. Cuenta con puntos de armar para en enlace con hombreras.

Disponible en dos tallas y dos acabados.