Espada bastarda I

Un arma formidable

Las bastardas eran unas espadas que causaban espanto en los enegmigos. Eran un híbrido entre las espadas de una mano y los mandobles o montantes (aunque en algunos tratados también se usa el término montante como sinónimo de bastarda). Las espadas medievales de este tipo alcanzaban longitudes de hoja mayores, en una evolución paralela a la de las protecciones de placas que paulatinamente desarrollaban los combatientes en el campo de batalla. Estas espadas fueron evolucionando con el tiempo hasta bien entrado el siglo XVI.

Los combatientes necesitaban gran formación y experiencia para manejarlas adecuadamente, por lo que estaban reservadas a unos pocos. La esgrima con este tipo de espadas obligaba al uso de las dos manos, con diferentes técnicas que implicaban una de las manos para el agarre y la otra para la dirección y empuje de la hoja, aprovechando la destreza en el uso combinado de ambas propiedades de la espada, su potencia y su longitud.