El descubrimiento

En 1960 arqueólogos suecos descubrieron una armadura excepcional en una necrópolis  micénica situada en Dendra (Grecia).

Esta necrópolis albergaba varias tumbas de tipo tholos, tumbas de tipo cámara e incluso enterramientos de caballos presumiblemente usados en carros de guerra.

Los restos de este cementerio se hallaron en un notable estado de conservación, permitiendo recuperar también objetos de vida cotidiana, armas y armaduras en las diversas tumbas.


Sitio arqueológico de Dendra, donde fue hallada esta armadura

La tumba de tipo tholos, donde hallaron la famosa panoplia de Dendra, sufrió del colapso de su techo, aunque este hecho no afectó significativamente al deterioro durante su conservación.

Se encontraron los distintos elementos de la armadura relativamente bien colocados en su sitio, lo cual aportó mucha información sobre su configuración. También de hallaron los restos de su portador, un esbelto guerrero de 175 cm de longitud y otros objetos de uso cotidiano.

Descripción de los elementos encontrados de la Panoplia

Armadura corporal realizada en bronce de aproximadamente 1 mm de grosor en todas sus partes.

Esta armadura consta de:

  • Peto y espaldar simple y ajustado. Articulados entre si por una charnela de arandelas de bronce en el lado izquierdo y cerrada mediante pasadores que no se han conservado.
  • Hombreras muy amplias con un segmento aproximadamente de forma triangular que funcionalmente protegería la axila y una banda extra que articulaba la hombrera en su parte inferior.
  • Un gorjal de bronce bastante alto.
  • Bandas rectangulares de bronce que componen los segmentos de una especie de falda que colgaría de la coraza.
  • Casco de colmillos de jabalí, reconocible por fragmentos de colmillos y carrilleras de bronce.
  • Un brazal de bronce, de grosor aun mas fino que el resto de la armadura, probablemente de medio milímetro de grosor.
  • Dos espinilleras de bronce,  también de un grosor algo mas fino que coraza.
  • *Ningún elemento perecedero como cuero o acolchado se ha conservado, aunque sí restos de hilo de lino.

Armadura de Dendra, Museo de Nafplio. Créditos: colección del autor

La armadura es de estilo sobrio, sin ningún tipo de ornamento. Esto sería extraño si se tratara de una armadura ceremonial o no funcional. Los artesanos eran capaces de decorar muy ricamente los metales mediante la técnica del repujado. Si esta armadura fuera ceremonial, lo lógico es que estuviese decorada.

La armadura conserva parte de los hilos de lino que se usaron para forrar de algún material perecedero los bordes de las láminas de bronce.

Armadura de Dendra, detalle, Museo de Nafplio. Créditos: colección del autor

El hallazgo arqueológico se data a mediados del siglo XV a.C., lo que la convierte en la armadura completa mas antigua conocida hasta la fecha.

Mucho se ha especulado sobre su verdadera función, siendo considerada en muchos casos como una mera armadura ceremonial pero ¿realmente era así?

Pues no hay mejor forma de averiguar sus capacidades que probando uno mismo una réplica de esta.

Hay que tener ciertas consideraciones presentes antes de replicar una armadura:

  • La armadura debe estar ajustada a su portador, es decir la apariencia de la armadura cambiará dependiendo de dicho portador. La original está realizada a medida de un portador de constitución esbelta. Pero en nuestro caso es para una persona de constitución mas robusta y de menor altura.
  • La armadura no solo debe parecerse a la original, sino que debe construirse para que funcione de forma fiable y resista daños sin desintegrarse.
  • La armadura debe ser relativamente confortable en su uso.
  • Para que tenga rigor, la reconstrucción debe retener todas aquellas características originales que no se verían afectadas por el cambio de tamaño de su portador.

Detalles:

En la armadura se observan diferentes tipo de orificios. Algunos de estos estarían destinados a forrar los finos bordes de las láminas que componen la armadura. Otros, de mayor tamaño, estarían diseñados para articular las piezas entre si, algunos tal vez con remaches que no se han conservado.

Armadura de Dendra, detalle, Museo de Nafplio. Créditos colección del autor

Que no se conserven los remaches, puede significar que eran de otro material distinto al bronce, por ejemplo de cobre. El cobre es maleable y funciona perfectamente para remachar cuero sobre metal.

Su resistencia a la corrosión es algo inferior a la del bronce, y puede ser una explicación a la ausencia de dichos remaches. Esta opción sería viable para nuestra reconstrucción. Otra opción es articular estos elementos con amarres de cuero. Podrían ser una mezcla de ambos lo que enlazaría los diferentes segmentos metálicos.

Armadura de Dendra, Museo de Nafplio. Créditos colección del autor

El gorjal no va fijado al peto, aparentemente. Todos sus bordes tienen orificios para coser algún tipo de acolchado o rebordeado con el que recubrir dichos bordes metálicos.

En mi opinión, el gorjal debe estar profusamente acolchado para proteger ante cualquier impacto, además de hacerlo mas estable, aunque permitiendo a su vez el giro de la cabeza del guerrero en el interior de este.

Una de las partes que mas controversia crea sobre su utilidad como armadura de combate es la llamada “falda” que cuelga de la coraza. Esta “falda” estaría compuesta de segmentos que hacen parecer a esta armadura un “cilindro inmóvil”. Observando la forma en la que se distribuyen los orificios, parece que el último segmento sería removible. Este último segmento podría estar solamente atado en lugar de remachado como los dos primeros segmentos. Esta peculiaridad quizás la optimizara circunstancialmente mas para el combate a pie.

Por otro lado, los dos primeros segmentos delanteros que cuelgan de la falda, son los que tienen evidencias de tener una fijación mas notable y firme. El tercer segmento delantero y los tres traseros que se articulan en el espaldar, podrían enlazarse de una forma menos firme o temporal, para adecuarse a las necesidades de uso.

Esto se observa en la cantidad de agujeros de los segmentos y en el diámetro de los orificios presentes.


Armadura de Dendra, Museo de Nafplio. Créditos colección del autor

La forma de solapar de la falda también es llamativa, pues solapando así protege mucho mejor de proyectiles y estocadas con trayectoria ascendente, que serían los mas habituales si, por ejemplo, fuera usada sobre un carro. Sin embargo, protegería algo peor de las trayectorias de estocada descendentes, pero sin suponer una desventaja dramática.

Hablemos ahora sobre la protección de las extremidades.

Solo se ha descubierto un brazal, de un grosor aproximado original de 0,5 mm, que con el paso del tiempo probablemente haya perdido algo de este grosor por corrosión.


Greba y brazal. Museo de Nafplio. Créditos, colección del autor

Un solo brazal podría sugerir que el portador usase escudo. Este escudo de ningún modo sería un escudo corporal, porque es físicamente imposible de usar con esta armadura. Probablemente, se tratara de un escudo ligero de forma desconocida para esta cronología.

Por otro lado, es posible que se usaran dos brazales y uno de ellos se haya perdido.

No se han encontrado guantes protectores, pero es posible que se protegieran las manos de algún modo, debido a lo completo de la armadura.

Las espinilleras son de un grosor fino y están rebordeadas de orificios, al igual que el brazal.

Probablemente, tanto brazal como espinilleras tuvieran un componente textil o de cuero que las reforzara y aumentara su confort.

¿Y el casco? ¿Un elemento también decorativo?

Pues quizás fuese el casco mas popular entre micénicos y minoicos durante mas de cinco siglos, como sus innumerables representaciones y hallazgos atestiguan.

Que se denomine casco de colmillos de jabalí,  no significa que toda la protección del casco sean los colmillos enlazados entre si. Estos solo serian la cobertura externa. Envolverían un casco interior, quizá de cuero grueso con acolchado interior. Los colmillos van solapados entre si, por lo que no ofrecen huecos.

Siendo el marfil un elemento tan duro, tiene sentido su uso como recubrimiento del casco.

Supongamos un caso hipotético donde el combatiente recibe una flecha en la cabeza:

  1. La flecha impacta contra el colmillo, tuerce su punta de bronce y a su vez quiebra el colmillo.
  2. La flecha no penetra, el casco de cuero interior, acolchado, absorbe el impacto. Solo es necesario reemplazar un colmillo roto. Este colmillo lo encontrarían gratis y en abundancia.

 

Armadura de Dendra, detalle, Museo de Nafplio. Créditos colección del autor

El casco era mas elaborado y complejo que el mostrado junto a la armadura de Dendra actualmente.

Talla en marfil de cascos de colmillos de jabalí. Museo de Nafplio 1250 a.C. Créditos Col. del autor

Os recomendamos nuestro post anterior sobre la construcción de una réplica del casco de colmillos de jabalí en este mismo blog.

Aunque podríamos extendernos aun mas describiendo las piezas originales de esta panoplia, vamos a pasar al apartado práctico para no hacer excesivamente densa la publicación.

Os presentamos nuestra réplica

Os puedo describir las impresiones de primera mano, pues yo mismo he construido y usado esta réplica a la medida exacta de mi cuerpo.

Estas fueron esas impresiones:

  • Sensación de confort y seguridad.
  • Requiere, al igual que por ejemplo los arneses blancos medievales, que adaptes tus movimientos a las características de la armadura. No significa que sea una molestia, significa que tu centro de gravedad es distinto al natural y que tu rango de movimientos es algo distinto. Tras una adaptación no supone un problema.
  • Agacharse es dificultoso, pero posible.
  • Hay una limitación de visión hacia los pies, que se hace mas evidente al atravesar pendientes resbaladizas y no poder mirar  cómodamente donde pisas. En una llanura, esto no sería ningún problema.
  • Sensación moderada de peso en los hombros tras horas de uso.
  • Movilidad de brazos casi completa, equiparable a una armadura medieval.
  • Buena capacidad de ventilación en el casco.
  • Aspecto intimidatorio, que repercutiría en la moral de combate del adversario probablemente.
  • Grebas y brazales muy cómodos gracias a su forro textil.

¿Este gorjal tan alto haría inútil el uso a pie de esta armadura?

Pues no, y tenemos evidencias en la que en otros periodos, la infantería ha usado gorjales muy grandes. La siguiente imagen procedente de la Catedral de Pamplona (siglo XIV d. C.) donde se puede observar un gorjal, incluso mas alto que el de Dendra, en uso por parte de la infantería.


Comparación entre gorjal usado por la infantería del siglo XIV d.C. y gorjal de la panoplia de Dendra del siglo XV a.C.

Una “falda” tan extensa... ¿es útil?

Bajo mi opinión, puede usarse a pie, aunque su uso fundamental fuese el combatir desde un carro. No olvidemos que el carro podría sufrir daños y ello no podía significar que de inmediato el guerrero estuviese derrotado.

Portando esta réplica, he podido atravesar, aunque con lentitud, pendientes resbaladizas y zanjas.

Armadura superando obstáculos y pendientes

Los segmentos correctamente articulados y las grebas con acolchado aíslan del contacto directo de las piernas con el metal. Esto permite una movilidad aceptable. Anteriormente, nos referimos al ultimo segmento de la "falda” de esta armadura como desmontable. Con un segmento quitado la movilidad a pie para correr seria muy mejorada.

También permite combatir a pie en terreno no muy accidentado, usando con efectividad un arma a dos manos o la combinación de arma de una mano con escudo ligero.

No aporta una desventaja  en el combate con respecto a un rival sin armadura y esto es importante.

A pie su peor amenaza podrían ser los hostigadores que acosaran a distancia.

El combate con armas

Realicé simulaciones de combate con mi grupo de arqueología experimental Glykys Oneiros, usando lanzas de seguridad y réplicas de espadas construidas en polipropileno.

Observamos "puntos débiles" en los que resulta mas probable superar las defensas con una técnica adecuada. Estas vulnerabilidades se situaban en axila, cara y manos (en el caso de ir desprotegidas).

Esencialmente, la forma de explotar estas vulnerabilidades sería la estocada.

Quisiera aclarar que vulnerabilidad aquí, no es sinónimo de forma fácil de vencer, sino de que, con dificultad, existe una opción de derrotar en combate al portador de esta armadura.

Con pica a dos manos el combate de desarrollaba sin limitaciones importantes. Usamos puntas de seguridad esféricas que no penetrarían fácilmente por el hueco resultante entre gorjal y casco. La intensidad fue moderada para preservar la durabilidad del equipamiento y evitar un posible accidente. Se percibe como efectiva tanto en ataque como en defensa usando la pica.

Con arma de mano y escudo  también fue muy eficaz. En este caso usando una réplica de polipropileno de espada micénica de tipo C y escudo de mimbre forrado de piel y reforzado con discos metálicos. En esta prueba, el adversario mas ligero tampoco tiene ninguna ventaja reseñable.

*El escudo redondo no está atestiguado claramente hasta el 1300 a. C. aproximadamente. Es probable que su uso se remontase mucho mas atrás, como pueden indicar algunos indicios interpretables (sin total certeza). Estos indicios son representaciones o posibles partes de escudos.

Tras estudiar en detalle esta panoplia, pude compararla también con la panoplia de Tebas.

Esta armadura es bastante mas reciente cronológicamente con respecto a la Panoplia de Dendra, concretamente 2 siglos, del siglo XIII a. C.


Panoplia de Tebas 1350 a.C, Museo de Tebas. Créditos Col. del autor.

Aunque no se aprecia por su estado de conservación y perspectivas, su morfología tiene puntos en común, aunque esta “aparentemente” es mas ligera y móvil.

Subrayo “aparentemente” porque esconde un secreto. Es increíblemente gruesa. No tiene sentido hacer una armadura para combatir a pie de este grosor. Si los elementos de la coraza y hombreras de la panoplia de Dendra tienen un grosor aproximado de 1mm de bronce, la armadura de Tebas tiene mas de 1,5 quizás 1,8 o 2 mm de grosor en todas sus partes.

Esta es quizás otra armadura para combatir desde carros. A diferencia de la coraza y hombreras de la panoplia de Dendra, esta sí resistiría con muchas probabilidades, un impacto directo de una pica de bronce usada desde un carro enemigo.

¿Qué probable uso tuvo entonces la armadura de Dendra?

  • Combatir desde un carro ofreciendo una cobertura ante hostigadores casi 360º.
  • Combatir cómodamente con largas picas desde el carro de guerra, pudiendo ofender con mayor velocidad y desde mayor distancia a los enemigos.
  • Combatir circunstancialmente a pie y con efectividad en terrenos mayormente llanos.

¿Qué puntos negativos tendría?

  • El calor y la deshidratación son factores a considerar, por lo cual su uso no es ideal para los momentos mas calurosos del año y/o durante tiempos muy prolongados.
  • La apertura de piernas frontal no se ve limitada, pero la lateral si. En terreno abrupto se hace necesaria la apertura de piernas lateral para equilibrarse rápidamente.

Réplica de panoplia de Dendra durante las pruebas de movilidad.

  • Restricción de visión hacia los pies del propio portador. De nuevo negativo para sortear obstáculos con seguridad rápidamente.
  • Es difícil sentarse momentáneamente, solo siendo posible sentarse en un taburete. Esto que aparentemente carece de importancia, permite reposar sin quitarse toda la armadura.
  • Tumbarse es una opción plausible, pero correríamos el riesgo de dañar la armadura con nuestro peso.
  • Su aspecto imponente e intimidatorio, a la par de ser una ventaja, es un inconveniente, ya que le convertiría en objetivo prioritario.
  • Peso añadido, que reduce la resistencia, aunque con entrenamiento se compensaría.
  • Requiere de un “escudero” para poder equiparse y quitarse la coraza.

 ¿Qué puntos positivos tendría?

  • Protección casi total frente a los proyectiles. Las flechas no perforarán el metal. Las piedras lanzadas deformarían en mayor o menor medida la armadura, pero no dañarían a su portador. Sí... hay piedras y piedras... siempre que no se trate de una de gran tamaño lanzada desde una posición elevada, como una muralla o un barranco, la armadura hace su trabajo bien.
  • Protección por deflexión. Independientemente de lo grueso de su armadura, los golpes, proyectiles y estocadas resbalarían en gran porcentaje sin trasmitir toda su potencia al portador. Esto se debe a su geometría curva. Puede verse claramente en los arneses blancos medievales cuando son probados contra distintas armas.
  • Psicologicamente positiva para el portador al aportar seguridad. Negativa para su enemigo por la dificultad para abatirlo y porque el portador en si sería la élite guerrera. Sus ya excepcionales características defensivas están maximizadas por esta armadura y un estilo de combate mas agresivo, que puede permitirse por su excelente protección.
  • Poder prescindir de un pesado escudo corporal. No llevar escudo te permite usar armas a dos manos de forma mas libre, efectiva y agresiva.
  • Reducción de la gravedad de las heridas que logren penetrar. No es igual de grave 5mm de penetración de una lanza, que una penetración de 5 cm.
  • Protección ante contusiones. Ante golpes muy duros, la armadura se abollará, absorbiendo las fuerzas en su mayor parte.
  • El gorjal se puede quitar fácilmente si resulta un problema para transitar a pie.
  • Aportaría prestigio y notoriedad dentro de una sociedad guerrera.

Esta armadura ¿es un prototipo exótico aislado?

Pues hay constancia de representaciones de armaduras de tipo Dendra en los ideogramas de tablillas en lineal B encontradas en Cnosos, Pilos y Tirinto .

Fragmento de tablilla con lineal b. Tirinto 1300-1180 a.C.. Créditos: Col del autor.

La panoplia de Dendra está datada en el 1450 a. C. Mientras que algunas de las tablillas con los ideogramas, podrían datarse entre el 1300 a.C. hasta el 1180 a.C.

Podemos considerarlas pruebas de un uso extendido de estos tipos de armaduras completas y otra prueba mas de su utilidad.


Réplica de panoplia de Dendra con naumaho xisto.

Bibliografía consultada

BRONZE AGE GREEK WARRIORS 1600-1100 BC R.D´Amato & A. Salimbeti.

Åstrom, Paul (1977). The Cuirass tomb and other finds at Dendra, part I: The Chamber Tombs. Studies in Mediterranean Archaeology, IV (en inglés). Göteborg: Paul Åströms förlag. p. 147.

 

Agradecimiento Especial: Glykys Oneiros.

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