La conquista musulmana de la Hispania visigoda del 711 no fue una campaña rápida sino el resultado de una serie de confrontaciones, asedios y sobre todo, pactos con la aristocracia local hispana (visigoda e hispanorromana).  Uno de estos pactos,  el más conocido y difundido entre los cronistas árabes, fue el de Teodomiro con ʿAbd al-ʿAzīz[1], un noble de origen visigodo con tal influencia y prestigio, que dio su nombre durante varios siglos a toda una región. Intentar reconstruir la biografía de Teodomiro es una tarea harto difícil debido a la falta de fuentes históricas. Sin embargo, las últimas investigaciones en fuentes griegas y latinas y en especial, las arqueológicas parecen arrojar una nueva luz sobre este personaje histórico.

ESBOZANDO UNA BIOGRAFÍA LLENA DE ENIGMAS

No se sabe a ciencia cierta la procedencia o los orígenes de Teodomiro, ni siquiera si era de origen hispanorromano o visigodo, aunque posiblemente fuera de este último origen tal como señalan los arqueólogos Jorge Morín, Rafael Barroso e Isabel Sánchez Ramos en su libro sobre Teodomiro al analizar las raíces germanas tanto de su nombre, que derivaría de Theudimer (Theudemirus en latín), como el probable de su padre, Gunderico[2].  Además, seguramente estuvieron emparentados con algunas familias nobiliarias vinculadas a la monarquía visigoda e incluso a los propios monarcas anteriores.

Igualmente, según Enric Llobregat, Teodomiro habría sido un noble vinculado desde joven a la corte de Égica en calidad de servidor regio (gardingo) así como posteriormente en la de su hijo Witiza[3].

Pronto nuestro joven protagonista destacó por sus dotes personales y sus servicios a la corte visigoda, a cambio de los cuales, habría obtenido riquezas, posesiones y la mano de una noble ilicitana[4].

Es interesante señalar también la mención de un conde palatino llamado Teodomiro como parte de una red de conspiradores en un documento del XVIº Concilio de Toledo (693) convocado por Égica, pero ignoramos si se trata del protagonista de nuestro artículo[5].

 Caballería bizantina (siglos VII-VIII). Fuente Pinterest

Años más tarde, volvemos a ver el nombre de Teodomiro durante el correinado de Égica y Witiza (693? – 703?).  Por entonces, una flota bizantina atacó las costas de Hispania quizás como parte de una campaña de defensa de las posesiones norteafricanas que aún le quedaban a Bizancio o como represalia por la toma de Cartago por los árabes (698)[6].   Otra tesis, defendida por Fernando López Sánchez[7] afirma que, por esta época, Cartagena aún era un reducto bizantino y que Teodomiro en calidad de dux[8] de la zona sudoriental de Hispania mantenía con ellos una campaña de control territorial, desgaste y hostigamiento. 

La rápida intervención militar de Teodomiro impidió que esta flota invasora bizantina cumpliese su objetivo logrando así una victoria que incrementó aún más su prestigio a nivel local y, en especial, después, en la corte visigoda. 

Posiblemente, sus dominios ya por entonces, serían en extensión muy parecidos a los que nos mencionan las fuentes árabes para la llamada Cora de Tudmīr. 

Estos dominios configurarían el espacio geográfico del llamado Ducado de Aurariola usando el topónimo que nos da para esta época altomedieval el llamado Cosmógrafo de Rávena y que comprendería zonas de las actuales Alicante, Murcia y Albacete.

Extensión aproximada de los dominios de Teodomiro en vísperas del pacto (713)  (Fuente: Wikipedia)

Por estas fechas, quizás Teodomiro también tuvo que rechazar las primeras incursiones costeras de los musulmanes entre la Península, Baleares y el norte de África (Ceuta y Tánger) que aún era bizantino.

Sin embargo, todo cambiaría en el 711.

LA BATALLA DE GUADALETE Y EL PACTO CON ʿABD AL-ʿAZĪZ IBN MŪSĀ

Con el cambio de siglo, los comienzos del siglo VIII coincidieron con una Hispania visigoda sumida en una decadencia   socio-económica y demográfica que dio paso a una  crisis de tipo político y dinástico más profunda que abrió aún más las fisuras entre los partidarios de Witiza y el entonces monarca reinante, Rodrigo. 

Esta división se culminó en la Batalla de Guadalete (711)[9] en la que el bando witizano presentó batalla aliándose con los musulmanes que ya estaban plenamente consolidados desde el 709 en el actual Magreb marroquí. 

Traicionado y abandonado a su suerte durante la contienda, el rey Rodrigo no sólo fue derrotado, sino que perdió la vida junto a muchos de sus nobles por lo que se creó un vacío de poder que fue hábilmente aprovechado por los musulmanes para consolidar su presencia en la Península Ibérica.

No sabemos en qué bando estuvo Teodomiro y si llegó a participar en la Batalla de Guadalete, aunque hay autores que creen que sí y que sobrevivió a la batalla retirándose a su ducado de Aurariola donde comenzó a organizar una resistencia a nivel local consciente de lo que suponía la muerte de Rodrigo para el reino visigodo.

Sin embargo, lo que inicialmente pareció un apoyo militar temporal a los witizanos se fue convirtiendo en una campaña permanente de conquista que se confirmó al llegar más tropas musulmanas de refuerzo desde el otro lado del Estrecho para unirse a las de Guadalete. 

Divididos en tres ejércitos, los musulmanes iniciaron su imparable avance por tierras ibéricas consiguiendo rendir por pactos a la mayoría de las ciudades, y, en el caso de encontrar resistencia, obteniendo la sumisión por medio “de la sangre, el hambre y el cautiverio”, tal como nos cuenta la Crónica Mozárabe del 754. 

Según nos dan a entender ciertas fuentes árabes y latinas como la ya mencionada Crónica Mozárabe, Teodomiro se habría estado enfrentando durante dos años a los musulmanes entre el 711 y el 713.  

Finalmente, en el 713, asediado en Orihuela por las tropas de del caudillo ʿAbd al-ʿAzīz ibn Mūsā, Teodomiro decidió someterse a los musulmanes tras protagonizar una curiosa historia que tiene más visos de leyenda que de realidad:  El visigodo ideó un plan para hacer creer a los muslimes de que aún disponía de un gran contingente de hombres en la ciudad y que su asedio podría hacerse largo. Para ello, vistió a las mujeres de la ciudad como guerreros y las dispuso llevando unas cañas caminando por la muralla día y noche.  Mientras tanto, Teodomiro se presentó de manera sorpresiva en el campamento musulmán disfrazado de emisario para negociar personalmente con ʿAbd al-ʿAzīz como representante de la ciudad.  Este accedió y fue en ese momento cuando Teodomiro reveló su verdadera identidad. A pesar del engaño, el hispano consiguió de ʿAbd al-ʿAzīz ibn Mūsā la promesa del amān (estatus de protección) y el comienzo de las negociaciones para conseguir un pacto para sus dominios y su pueblo.

EL PACTO DE TEODOMIRO O TRATADO DE AURARIOLA (ORIHUELA).

Finalmente, el 5 de abril del 713, tuvo lugar la firma del Pacto de Teodomiro, acordándose los siguientes puntos según la versión de al-ʿUdrī (siglo XI):

En el nombre de Alá, el misericordioso, el compasivo: éste es el escrito de ʿAbd al-ʿAzīz ibn Mūsā para Tudmir (Teodomiro) ibn Gandaris[10]; ya que se ha sometido a la paz, que tenga el pacto de A y su confirmación, y no se le retrasen sus noticias y sus enviados, y que tiene la protección de Alá y de su profeta, de que no se le impondrá a nadie sobre él, ni se rebajará a nadie de sus compañeros para mal, que no serán cautivados, y que no se separará entre ellos y sus mujeres y sus hijos; que no se quemarán sus iglesias, y que no se les forzará en su religión, y que su paz es sobre siete ciudades: Uriula (Orihuela), Mula[11], Lūrqa (Lorca), Blntla[12], Laqant (Alicante) Iyih[13] y Ilsh (Elche), y que no deje de cumplir lo pactado, y que no deshaga lo acordado, y que cumpla lo que le hemos impuesto y le hemos obligado a cumplir; que no nos oculte noticia que sepa, y que él y sus compañeros tienen el impuesto de las parias, que son: para el hombre libre un dinar, cuatro almudes de trigo, cuatro de cebada, cuatro medidas de vinagre, una medida de miel y una de aceite; y para todos los esclavos, la mitad de esto.

Atestiguaron esto: ʿUṯmān ibn ‘Ubayda al-Quras, Ḥabīb ibn Abī ʿUbayda al-Qurays, Saʿdūn ibn ʿAbd Allāh al-Raba’ī, Sulaymān ibn Qays al-Tuŷībī, Yaḥyà ibn Yaʿmur al-Sahmī, Bishr ibn Qaysī al-Lajmī, Ŷā’ish ibn ʿAbd Allāh al-ʿAzdīy AbūʿAsim al-Hadalī.Se escribió en el mes de Raŷab del año 94 (de la Hégira).”  (Traducción española de Huici-Miranda)[14]

Recreación Virtual de la ciudad de Begastri en época visigoda como sede episcopal, posiblemente una de las siete ciudades citadas en el Pacto de Teodomiro (Fuente: Región de Murcia[15])

Este acuerdo seguía el modelo del conocido Pacto de Umar II realizado con Sofronio en Oriente Medio y fue el precedente jurídico para otros posteriores similares realizados en la Península Ibérica. 

En virtud de este pacto, en el 714, Teodomiro viajó con ʿAbd al-ʿAzīz ibn Mūsā hasta Damasco para ratificar lo acordado y lograr también el beneplácito del califa omeya para sus antiguos dominios y privilegios.  El califa le concedió la vigencia y cumplimiento del pacto a perpetuidad y le confirmó como dux de sus dominios, agasajándole además con toda clase de valiosos regalos.

Llegado después a la Península y ya confirmado en su cargo, Al-ʿUdrī nos cuenta cómo Teodomiro buscó enseguida estrechar lazos con la élite conquistadora árabe. Para ello, casó a su hija con ʿAbd al-Ŷabbār ibn Nadīr[16], un líder del ŷund egipcio y le concedió como dote dos alquerías[17].

Tras la conquista islámica, los dominios levantinos de Teodomiro alcanzarían una gran prosperidad económica y autonomía política hasta aproximadamente la mitad del siglo VIII.

EL PALACIO DE PLA DE NADAL (VALENCIA), UNA CORTE PARA UN DUX

Hasta ahora todo lo que se conocía de Teodomiro se limitaba a su mención en fuentes escritas latinas y árabes.  Sin embargo, en fechas recientes, también la arqueología nos está revelando posibles fuentes materiales sobre la existencia de nuestro personaje histórico.

Concretamente, un recinto visigodo palaciego descubierto en Riba-roja de Turia (Valencia) y datado muy probablemente en la segunda mitad del siglo VII parece arrojar revelaciones interesantes en este sentido.

Entre las edificaciones de este recinto se halló un palacio (villa áulica) con una planta y decoración de influencia bizantina y orientalizante que denotaban un alto nivel arquitectónico y de lujo sin parangón con otras construcciones civiles visigodas conocidas[18]. Este edificio palatino estaba decorado con esculturas, arcos, ventanas geminadas y paredes estucadas y pintadas mostrando a través de su monumentalidad el gran poder económico y el buen gusto de su propietario.   La pieza más destacada de este yacimiento es un tondo con un monograma cruciforme[19] en el que se puede leer: TEBUD[IN]R y que se conserva en el Museo de la Prehistoria de Valencia. 

Este Tebudnir, según las más recientes investigaciones llevadas a cabo por los ya mencionados arqueólogos Jorge Morin de Pablos, Rafael Barroso e Isabel Sánchez Ramos, no habría sido otro que nuestro Teodomiro, quien habría usado este palacio como residencia personal y gubernamental durante su etapa como régulo[20] o dux antes y después de la conquista musulmana.

Según las investigaciones hechas en estos hallazgos arqueológicos de Riba-roja, la existencia de este recinto se prolongó hasta más o menos el año 750[21] siendo el complejo palaciego abandonado, saqueado y posteriormente incendiado en los años de sublevaciones e inestabilidad política en Al-Ándalus que precedieron a la llegada del omeya ʿAbd al-Rahmān I a la Península Ibérica.

Monograma con el nombre de "TEBDNIR". Encontrado entre los escombros del ala este del palacio de Pla de Nadal. Se identifica con el nombre del propietario del palacio. Finales del siglo VII-inicios del VIII. Pla de Nadal, Riba-roja de Tùria.  Fuente foto: Wikipedia.

FIN DEL GOBIERNO DE TEODOMIRO Y LA ETAPA DE ATANAGILDO

A partir del año 743,  tal como afirma Joaquín Vallvé[22], las tropas egipcias del nuevo valí de Al-Andalus  Abū l- Jattār Ibn Dirār al-Kalbī, ocuparon los antiguos territorios de Teodomiro y se acantonaron allí en virtud de una concesión de tierras.  Su misión no era sólo controlar estos territorios sino también la de recaudar los impuestos de la ŷizya y otros.

 Esto vendría a indicar que Teodomiro había ya fallecido tiempo atrás y que el pacto de autonomía y fiscalidad con los musulmanes quedaba anulado, teniendo desde entonces estas regiones un estatus jurídico de dhimma parecido o igual al de otras comunidades hispanas en trato, autonomía e impuestos.

Nos cuenta la Crónica Mozárabe del 754 que Teodomiro fue sucedido por Atanagildo[23], un hombre “generoso y riquísimo” que ocupó su cargo de dux ejerciendo ya solo algunas funciones básicas fiscales y administrativas de representación de la población cristiana ante las autoridades musulmanas.

Lo primero que hizo el nuevo valí fue imponer a Atanagildo una multa de 27 000 sueldos (en torno a 122 kilos de oro) en concepto de impuestos no pagados por los cristianos que rompían con el anterior estatus jurídico y fiscal del pacto con Teodomiro.  Sin embargo, Atanagildo parece que consiguió pagar esta deuda gracias a la ayuda prestada por estos soldados del ŷund egipcio con quienes logró un entendimiento y una coexistencia durante varias décadas.

Sin embargo, Atanagildo estaba lejos de tener las cualidades y el carisma de Teodomiro, el cual sería recordado como gobernante durante generaciones no sólo entre la mayoritaria población cristiana sino en las fuentes árabes que empezaron a llamarle en su lengua nativa como Tudmīr. 

Este nombre árabe acabaría siendo el denominativo de una provincia de Al-Ándalus que sería conocida en los siglos siguientes como “la cora de Tudmīr[24]”.

BIBLIOGRAFIA

COLLINS, Roger (2005). La España visigoda: 474–711. Crítica.

GALÁN TENDERO, Víctor Manuel (2013). “Seis preguntas sobre el Tratado de Teodomiro (Partes 1 y 2)“.  Link:  SEIS PREGUNTAS SOBRE EL TRATADO DE TEODOMIRO (PARTE 1) ~ Alicante Vivo [consultado el 6/5/2023]

MANZANO, Eduardo (2014). “La transmisión textual sobre Teodomiro” en eHumanista/IVITRA 5: pp. 243-261

MORIN DE PABLOS, Jorge, BARROSO, Rafael y SANCHEZ RAMOS, Isabel (2019). Thevdemirus Dux. El Ultimo Godo. El ducado de Aurariola  y el fin del reino visigodo. Audema Editorial, nº1.

HUICI MIRANDA, Ambrosio (1969), Historia Musulmana de Valencia. Novedades y rectificaciones. Valencia, 3 vols. En vol. I.

LLOBREGAT, Enric (1973). Teodomiro de Oriola. Su vida y su obra, Alicante.

LOPEZ FERNANDEZ, Fernando (2010). “Moneda civil y militar en Hispania (350-711)” en Militares y civiles en la Antigua Roma: Dos mundos diferentes, dos mundos unidos. Universidad de Salamanca.

POCKLINGTON, Robert (2008). “El Pacto de Teodomiro y las siete ciudades” en Regnum Murciae. Génesis y configuración del Reino de Murcia, Museo Arqueológico de Murcia, pp. 73-84.

SOTO CHICA, José (2020). Los visigodos: Hijos de un dios furioso. Desperta Ferro.

VALLVÉ, Joaquín (1999).  Al-Ándalus: Sociedad e Instituciones. Real Academia de la Historia.

[1] Hijo de Mūsā ibn Nusayr, valí o gobernador de Ifriqiya; fue uno de los dos conquistadores de Al-Andalus junto con Tāriq ibn Ziyād.

[2] MORIN DE PABLOS, Jorge, BARROSO, Rafael y SANCHEZ RAMOS, Isabel (2019). Thevdemirus Dux. El Ultimo Godo. El ducado de Aurariola y el fin del reino visigodo. Audema Editorial, nº1., p.137   Las crónicas árabes sobre el Pacto de Teodromiro, le llaman Gundaris.

[3] Sin embargo, otros autores como Eduardo Manzano niegan que fuese un gardingo. Cfr. MANZANO, Eduardo (2014). “La transmisión textual sobre Teodomiro” en eHumanista/IVITRA 5: pp. 243-261

[4] GALÁN TENDERO, Víctor Manuel (2013). “Seis preguntas sobre el Tratado de Teodomiro“.  Link:  SEIS PREGUNTAS SOBRE EL TRATADO DE TEODOMIRO (PARTE 1) ~ Alicante Vivo [consultado el 6/5/2023]

Cfr también: LLOBREGAT, Enric (1973)., Teodomiro de Oriola. Su vida y su obra, Alicante.

[5] Eduardo Manzano no descarta que este Teodomiro sea el que veremos años después pactando con los árabes. MANZANO, Eduardo (2014). “La transmisión textual sobre Teodomiro”. Art. Cit., p.

[6] COLLINS, Roger (2005). La España visigoda: 474–711. Crítica; p. 110

[7] LOPEZ FERNANDEZ, Fernando (2010). “Moneda civil y militar en Hispania (350-711)” en Militares y civiles en la Antigua Roma: Dos mundos diferentes, dos mundos unidos. Universidad de Salamanca.,p.247

[8] Algunos historiadores como Enric Llobregat defienden que fue un conde (comes), rango inferior al de dux, pero igualmente dotado de un poder militar y jurisdiccional en la región que administraba y que le permitía organizar un ejército y la defensa en caso de agresión, como ocurriría después bajo el periodo de la conquista musulmana de Hispania.  Actualmente, se admite de manera generalizada que pudo ser un dux, identificándolo con el dux Teodomiro que aparece mencionado en el XVIº Concilio de Toledo.

[9] Llamada también Batalla de La Janda entre otros denominativos. Seguimos aquí la nomenclatura tradicional.

[10] Posiblemente, derivación árabe de ‘Gunderico’, nombre visigodo.

[11] Aunque se ha identificado con la actual Mula, probablemente sea un despoblado cercano a la ciudad que se está excavando en el Cerro de La Almagra.

[12] Según las otras versiones que tenemos del texto del pacto, esta localidad se transcribe como Buq.sr.h, pudiéndose identificar con el yacimiento de Begastri, cerca de Ceheguín.  

Sin embargo, en su transcripción como Bintla, su localización exactaaún es un enigma identificándose según los autores con Villena, Totana, Valéntula (cerca de Elche) e incluso, Valencia.  Para

[13] Identificada por algunos autores con Eio, posiblemente el yacimiento del Tolmo de la Minateda en Albacete.  Además de las pruebas arqueológicas la toponimia de Minateda apuntaría en esta dirección al ser una posible derivación del árabe Madīnat Iyyah > Medita Tea (época medieval) > Minateda.  Sin embargo, otro autor, Robert Pocklington propone Los Algazares como Eio. Cfr. POCKLINGTON, Robert (2008). “El Pacto de Teodomiro y las siete ciudades” en Regnum Murciae. Génesis y configuración del Reino de Murcia, Museo Arqueológico de Murcia, pp. 73-84.

[14]HUICI MIRANDA, Ambrosio (1969). Historia Musulmana de Valencia. Novedades y rectificaciones. Valencia, 3 vols. En vol. I, pp. 86-87

[15] Link: Begastri-Sede episcopal - Región de Murcia Digital (regmurcia.com)

[16] Otras fuentes creen que con quien se casó la hija de Teodomiro fue el hijo de Ibn Nadīr, Jattāb ibn ʿAbd al-Ŷabbār que daría nombre a una de las dos alquerías dadas en dote (ver nota 15)

[17] Una de ellas llamada en árabe Tall al-Jattāb, ha sido identificada con el yacimiento de Cabezo Pardo que está siendo excavado por la profesora de la Universidad de Alicante, Sonia Gutiérrez Lloret. Para más información, Cfr. CABEZO PARDO. EL SITIO DE LAS COSAS (SS. VI-XIV). HAR2015-67111-P (ua.es)

[18] Un precedente muy similar a la edificación del Plá de Nada es el Palacio-panteón de Los Hitos, en Arisgotas, Toledo.

[19] Los monogramas son elementos decorativos muy frecuentes en construcciones ligadas a la monarquía visigoda, lo que reafirma la condición aristocrática del yacimiento del Pla de Nadal y su más que posible filiación con el protagonista de nuestro artículo.

[20] MORIN DE PABLOS, Jorge, BARROSO, Rafael y SANCHEZ RAMOS, Isabel (2019). Thevdemirus Dux. El Ultimo Godo. El ducado de Aurariola  y el fin del reino visigodo. Audema Editorial, nº1.

[21] Que coincidiría como veremos en datación con el año 743, fecha en la que algunos historiadores proponen como probable de la muerte de Teodomiro.

[22] VALLVÉ, Joaquín (1999).  Al-Ándalus: Sociedad e Instituciones. Real Academia de la Historia. p. 116

[23] Algunos autores creen que fue hijo de Teodomiro, pero lo más probable es que fuese otro noble local que pudo tener cierta filiación con Teodomiro bien como amigo y compañero de batallas o como un familiar lejano.  No tenemos más datos sobre su vida salvo su mención en la Crónica Mozárabe.

[24] Kūra en árabe, del griego chora.  En Oriente, una Cora era la demarcación a efectos legales, fiscales y administrativos de una provincia o región.

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