El “sabir” o “lingua franca” fue una mezcla de lenguas que se habló en toda el área mediterránea desde la Edad Media hasta bien entrado el pasado siglo XX transcendiendo nacionalidades, religiones y etnias. Actualmente desaparecida, recorreremos en este artículo su historia, evolución, pronunciación y el legado que dejó.
“Me dijo en lengua que en toda la Berbería y aun en Constantinopla, se habla entre cautivos y moros, que ni es morisca, ni castellana, ni de otra nación alguna, sino una mezcla de todas las lenguas, en la cual todos nos entendíamos.”
Miguel de Cervantes, El Quijote
EL SABIR, UNA LENGUA ‘PIDGIN’
El sabir no es en origen un idioma propio de origen indoeuropeo o semítico, sino que nace de una hibridación de todas lenguas habladas al norte y al sur del Mediterráneo (lenguas romances, árabe, griego, turco, amazigh…) en un fenómeno lingüístico llamado ‘pidgin’ que consiste en la unificación y simplificación de dos o más idiomas creando a partir de éstos una lengua nueva vehicular para uso de comunidades que no tienen un idioma común ni conocen suficientemente la lengua del otro hablante.
El sabir, como veremos, sigue una estructura lingüística básica formada por una fonética y gramática elementales a base de frases cortas y concisas, unas conjugaciones verbales que se simplifican con el uso del infinitivo y el participio y la incorporación de vocablos adaptados de distintas lenguas, en especial las de origen itálico como el genovés.
Puerto de Argel, a finales del siglo XIX. Es en lugares como estos vinculados al mar y a los puertos donde confluyen hablantes de muchas nacionalidades donde se usa el sabir. Aún a finales del siglo XIX podía escucharse conversaciones en esta lengua pidgin. Fuente foto: Pinterest
Además de ser el fenómeno de pidgin lingüístico más antiguo documentado, el sabir es también testimonio y testigo único de un Mediterráneo que, como veremos a continuación, fue punto de encuentro y relaciones mutuas entre todas sus orillas y fue sobre todo, la única forma de comunicarse a lo largo de los siglos entre individuos de varias culturas y religiones en espacios como la navegación, el comercio, las finanzas, el mundo de los esclavos y cautivos y la esfera religiosa, militar y diplomática.
ORIGEN HISTÓRICO DEL SABIR
Para conocer los orígenes del sabir, hemos de remontarnos a la época altomedieval. Es muy probable que ya en época bizantina temprana existiese una “protolingua franca” de posible base ítalorromance o galorromance mezclada con el griego y otras que permitió la comunicación de comerciantes, marineros, pescadores y militares entre el mundo bizantino y el Occidente latino mediterráneo.
Tras la llegada del islam al Mediterráneo, pudo darse una evolución de esa protolingua franca a otra más cercana al ‘sabir’ que ya conocemos.
Así, investigadores como Carles Castellanos[1] que creen lo que conocemos como ‘sabir’ surgió en unas fechas tempranas que van desde el siglo VIII al X como lengua de comunicación entre cristianos y musulmanes en el Mediterráneo. Posiblemente, estaría ya articulado en torno al año 1000.
“LINGUA FRANCA” Y “SABIR”
Respecto al origen etimológico del término “lingua franca”[2] existen algunas teorías:
Para algunos autores, sería la traducción latina literal de la expresión árabe Lisān-al-Faranŷī, ya que los cristianos eran conocidos con el nombre de ‘francos’ (en árabe, ifranŷ) ya fueran occidentales o bizantinos. Esta acepción árabe habría sido adoptada del greco-bizantino φράγκoς/Φράγκoι, hiperónimo que designaba a alguien de habla neolatina procedente de las regiones al oeste del Mediterráneo.
Otra hipótesis, menos probable, afirma que significaría ‘lengua libre’ por ser una especie de lengua común y transfronteriza.
Con el tiempo, posiblemente esta dualidad de significados acabó por asimilarse en una sola definición y con esta acepción, “lingua franca” ha pasado al español moderno para indicar una mezcla de idiomas unificada para comunicarse.
Por último, en cuanto al origen del vocablo “sabir”, éste sería más posterior y, según qué autores, posiblemente derivaría de la palabra ‘saber’, presente desde el Medievo en el provenzal (occitano), el catalán, y el castellano.
EVOLUCIÓN E INFLUENCIAS HISTÓRICAS Y LINGÜÍSTICAS DEL SABIR
Posteriormente, con la formación y expansión de las distintas lenguas neolatinas en la orilla norte del Mediterráneo, y, en la orilla sur, por la consolidación del griego en una primera etapa por la expansión bizantina y después, del árabe y el turco por las conquistas musulmanas, el ‘sabir’ fue evolucionando en tres etapas cronológicas claramente diferenciadas:
1) EPOCA MEDIEVAL
Una primera fase iría desde los siglos X al XV donde la lingua franca se configura a partir de las lenguas romances itálicas (especialmente el genovés) y consecutivamente, el occitano-catalán[3] a las que se añaden palabras y sintaxis de origen árabe, el amazigh (bereber) y griego bizantino.
Con posterioridad, en época bajomedieval (siglos XIV y XV) a esta base idiomática toscana, catalana y árabe se irán acrecentando más rasgos fonéticos, préstamos y sintaxis, procedentes del portugués y en especial, el castellano, que surgirán particularmente en el sabir hablado en la zona marroquí. Mientras, en el Oriente Mediterráneo, se incorporan más rasgos del griego bizantino y el turco.
Como podemos ver, estas influencias lingüísticas van unidas en el tiempo al auge de los poderes del momento: En este periodo, tenemos. por un lado, la difusión del islam y, por otra, en un ámbito cristiano, el surgimiento y expansión geográfica de un mosaico de reinos y ciudades-estado como Génova, Pisa, Venecia o la Corona de Aragón(los famosos ‘Consulats del del Mar’) que alcanzan una gran influencia política y económica en el Magreb y el Mediterráneo Oriental.
La Corona de Castilla sólo se incorporará tardíamente, hacia 1415, con la conquista de Ceuta, teniendo una incipiente presencia e influencia en lo que hoy es la costa marroquí y parte de la argelina.
En Oriente vemos cómo poco a poco el Imperio Bizantino decae hasta desaparecer en 1453 mientras surge con fuerza el Imperio Otomano, lo que también repercute en la expansión e influencia de las lenguas habladas en estas partes del Mediterráneo.
2) EPOCA MODERNA Y CONTEMPORÁNEA
A partir del siglo XV, surgen a nivel histórico, importantes cambios políticos, económicos y sociales en todas las orillas del Mediterráneo.
En su parte occidental, vemos la aparición y consolidación de los llamados estados nacionales que incorporan en sus países una lengua común como lengua de estado. Este fue el caso del francés, el portugués o el castellano (o español)[4].
Por su parte, en el Mediterráneo oriental, la potencia del momento es el Imperio Otomano cuya lengua oficial cultural y administrativa es el turco, en tanto que el árabe lo es a nivel religioso por ser la lengua ritual del islam y la vehicular en muchos países dominados por los otomanos.
Vemos, además, el establecimiento de nuevas comunidades con su propia lengua y cultura en zonas del Imperio Otomano así como en los nacientes países que surgieron tras su desaparición: Este fue el caso de los sefardíes que usaron el hebreo o el ladino[5], los griegos o los armenios. Colectividades formadas por comerciantes, profesionales liberales, artesanos, viajeros o intelectuales que se caracterizan por su gran movilidad transmitiendo su cultura y lenguas entre países o ciudades.
A nivel lingüístico, entre los siglos XV y XIX especialmente, el sabir hablado en el Mediterráneo oriental se va poco a poco diferenciando en vocabulario y gramática respecto del occidental.
En el Mediterráneo occidental, el sabir va perdiendo los iniciales rasgos italianos del medievo para ir cogiendo una fuerte impronta del castellano, especialmente en el Norte de África dominado por los españoles (Ceuta, Melilla, Oranesado argelino o brevemente, Túnez)[6].
Coexisten, pues, dos variantes por un tiempo: Por un lado, un sabir aún “italianizado” (zona de Cerdeña, Sicilia, Túnez, Libia, Malta y parte de Argelia) y otro, más “españolizado” (costas peninsulares, Baleares, zona de Marruecos y Argelia). Cervantes por ejemplo, llegó a conocer esta variante y la usó cuando estuvo en los baños de Argel cautivo de los turcos.
Mientras, en la zona oriental del Mediterráneo, el sabir se italianiza con una base morfosintáctica de origen toscano, veneciano y genovés, y en otras zonas, especialmente Egipto y el Mar Rojo, se arabiza.
Sin embargo, pese al influjo predominante del español, el italiano o el árabe, el sabir como decíamos, recibe también a lo largo de los siglos una fuerte influencia de otras hablas como el turco, el francés, el portugués, el hebreo o el amazigh en forma de préstamos lingüísticos, sintaxis y fonética.
3) DESDE EL SIGLO XIX A LA ACTUALIDAD: DECADENCIA Y DESAPARICIÓN DEL SABIR
A partir del siglo XIX, el uso del sabir decayó en Oriente, pero continuó vivo en el Mediterráneo Occidental, especialmente en la zona de Argelia, Sicilia o Túnez hasta la época de las primeras colonizaciones europeas.
Testimonio de la pervivencia de este sabir occidental a principios del siglo XIX tenemos en Marsella una publicación anónima de 1830, el Dictionnaire de la Langue Franque ou petit Mauresque, un manual de uso para los soldados y colonos llegados de Francia destinado a enseñarles a comunicarse en sabir (o ‘petit mauresque’ como era llamado) con la población local de Argelia.
Primera página del Dictionnaire de la Langue Franque ou petit Mauresque publicado en Argel en 1830 que tiene las primeras acepciones en sabir que comienzan por la A. Vemos cómo junto a las palabras y expresiones de origen italiano hay otras de origen español como ‘mouchou’ o ‘adios’. Fuente: Biblioteca Nacional de Francia (https://gallica.bnf.fr/ark:/12148/bpt6k6290361w.texteImage/Bibliothèque nationale de France)
Sin embargo, pese a estos primeros intentos de uso y aprendizaje del sabir como lengua de comunicación, con la expansión colonial de las potencias europeas por el Mediterráneo, cada país impuso en sus dominios como lengua cultural, administrativa y vehicular sus respectivas lenguas estatales (español, francés e italiano). Como consecuencia de ello, el sabir comenzó a decaer en uso y hablantes.
En Argelia, por ejemplo, el ‘petit moresque’ fue desplazado por el francés oficial y dejó de ser la lengua vehicular en la que se comunicaban los hablantes occidentales no franceses, árabes y judíos de la región desapareciendo a principios del siglo XX.
En otras partes del Mediterráneo, su uso también desapareció, habiendo algunos rasgos en el habla de algunas comunidades locales específicas como la de los pescadores de Menorca, el maltés o el derya (dialectal árabe) marroquí.
Como curiosidad señalar, que en fechas recientes, el filólogo francés George Boeree ha creado una neolengua auxiliar de base romance y parecida al sabir llamada Lingua Franca Nova que mezcla el italiano, español, francés, catalán y protugués.
ALGUNOS EJEMPLOS ESCRITOS DE SABIR A LO LARGO DE LA HISTORIA
Para terminar este artículo, nos gustaría compartir con el lector algunos fragmentos a modo de ejemplo para ilustrar cómo era el sabir hablado en el Mediterráneo.
Aunque tenemos ya posibles testimonios escritos a lo largo de la Edad Media no es hasta el siglo XVI cuando tenemos una de las primeras evidencias en España de sabir, en este caso, el hablado por nativos de Oriente Medio, en donde se mezclan el árabe, el italiano, el español con algo de vocabulario portugués. Se trata del Villancico de contrahaziendo a los mócaros que siempre van importunando a los peregrinos con demandas (1521) de Juan del Enzina. Los “mócaros” eran los jóvenes arrieros árabes que se ofrecían a ayudar a los peregrinos que iban a Jerusalén a cambio de un dinero y que según Juan del Enzina se expresaban así:
SABIR |
ESPAÑOL ACTUAL (Traducción nuestra) |
“(…) Peregrin taybo cristian, Pilla, pilla per camino Pilla l'obo coto ades, Per marqueta e maydin dar
|
Buen peregrino cristiano Si quieres ir al Jordán Cógete para tus viajes pan Que no encontrarás pan ni vino.
Cógete, cógete para el camino (Un) buen pollo y gallina, Buenos y finos higos Y buena uva de mesa.
Llévate huevos duros ahora Por unas pocas monedas dan dos y tres Por un marco cinco o seis Diez o doce por un mu’yaiddi[7]
Por un marco y un mu’yaiddi dan Huevos y Habas para comer Un marco[8] vale un bajocco[9] Y un mu’yaiddi vale dos bajoccos. |
Poco después, del siglo XVII tenemos otro testimonio de sabir en la literatura occidental. Se trata de un fragmento que aparece en una obra de Moliére (1622-1673) llamada Le Bourgeois gentilhomme (El burgués gentilhombre), de 1670, donde el Gran Muftí de Constantinopla recita estas líneas en las que se percibe una fuerte influencia del dialecto genovés.
Como podemos observar, hay una simplificación extrema de la sintaxis y de la conjugación del verbo, el cual usa siempre el infinitivo para expresar el presente o el imperativo.
SABIR |
ESPAÑOL |
Se ti sabir |
Si tú sabes |
ti respondir |
Tú respondes |
se non sabir |
Si no sabes |
tazir, tazir |
Cállate, cállate |
Portada de 'El burgués gentilhombre' de Moliere (1670) donde podemos ver la escena del Muftí que habla sabir (Fuente: Wikipedia)
Por último, presentamos al lector unos fragmentos de sabir de Argelia sacados del arriba mencionado Dictionnaire de la Langue Franque ou petit Mauresque (1830).
Como se puede observar, hay influencias del italiano, español, portugués y francés. Podemos ver incluso expresiones enteras en español como “adiós, amigo”. Aquí se usa el participio para expresar el pasado y el infinitivo, el presente.
SABIR – ARGELIA (1830) |
ESPAÑOL ACTUAL (adaptación nuestra) |
Molto (Mucho) tempo ti non mirato, Siñor M. |
Hace mucho tiempo que no te veía, Señor M. |
Mi mirato ieri |
Me viste ayer |
Star buona genti |
Es buena gente (Es un buen hombre) |
Quando ti mirar per ellu salutar mucho per la parte di mi |
Cuando le veas, salúdale de mi parte. |
Adiós, amigo |
Adiós, amigo. |
BIBLIOGRAFIA
ANONIMO (1830): Dictionnaire de la Langue Franque ou petit Mauresque, suivi de quelques dialogues familiers, et d'un vocabulaire de mots arabes les plus usuels; a l'usage des français en Afrique, Marseille, Feissat et Demonchy.
CANO, Rafael (coord.) (2005): Historia de la lengua castellana. Ariel Lingüística. Barcelona.
HLIBOWICKA-WEGLARZ, Bárbara (2016). “Pidgin, lingua franca, sabir: Um estudo terminológico” en Romanica Olomucensia, Nº. 1, pp. 35-41
MINERVINI L. (1996), “La lingua franca mediterranea. Mistilinguismo, plurilinguismo, pidginizzazione sulle coste del Mediterraneo tra tardo medioevo e prima età moderna” en Medioevo Romanzo, 20; pp. 231-301.
PONS, Marc (2023). “El sabir: La lengua común del Mediterráneo que era una especie de catalán”. Link: El sabir: la lengua común del Mediterráneo que era una especie de catalán | Castellano - La Página del Idioma Español = El Castellano - Etimología - Lengua española[Consultado el 30/1/2023]
SCAGLIONE, Francesco (2018). “La lingua franca del Mediterraneo. Aspetti storici e prospettive sociolinguistiche· Link: La lingua franca del Mediterraneo. Aspetti storici e prospettive sociolinguistiche | Dialoghi Mediterranei (istitutoeuroarabo.it) [Consultado el 30/1/2023]
[1] El sabir: la lengua común del Mediterráneo que era una especie de catalán | Castellano - La Página del Idioma Español = El Castellano - Etimología - Lengua española
[2] Hoy en día, los lingüistas la llaman la ‘Lengua Franca del Mediterráneo’ (LFM) para distinguirla de otras ‘lenguas francas’ que han ido surgiendo con posterioridad.
[3] Seguimos aquí en parte la acepción que le da el profesor Carles Castellanos dado que en época medieval el catalán y el occitano provenzal formaban un núcleo lingüístico único.
[4] Aquí no incluimos el italiano (toscano) como lengua de estado dado que la nación italiana actual que conocemos no aparece hasta el siglo XIX. Lo que sí se difunde es el toscano que se consolida sólo como lengua cultural, vehicular y económica coexistiendo con los otros dialectos hablados en la Península Itálica como el genovés, el sardo o el napolitano.
[5] Ladino, llamado también judeo-español o judeo-portugués según la procedencia de sus hablantes. Es una variante del portugués y castellano medieval evolucionada a partir de la lengua hablada por los judíos sefardíes en el siglo XV al dejar éstos la Península Ibérica y que se expandió con ellos en su diáspora por diferentes puntos del Mediterráneo hasta recalar en lugares del Norte de África y el Imperio Otomano, para terminar después recalando en el actual Estado de Israel tras su creación. En el presente artículo, hablamos del ladino en su variante castellana y lo consideraremos una lengua independiente del castellano hablado en la Península.
Aún hoy es una lengua hablada en algunas comunidades sefardíes, pero ya entre personas de edad muy avanzada corriendo el riesgo de desaparecer como lengua viva vehicular pese a los esfuerzos por recuperarla. Hoy en día, el ladino se asimila más al judeo-español que al judeo-portugués, que se extinguió hace siglo y medio. Se escribió históricamente tanto en letras hebreas adaptadas como en alfabeto latino.
[6] Aunque se cree que el castellano (o español) no tuvo influencia en el sabir, en esta época sí tuvo una influencia, y en especial durante el periodo de los Austrias llegando a aportar hasta un 10% - 20% de las palabras y expresiones del sabir así como algunos rasgos como el plural acabado en -s-. Otra posible influencia son los infinitivos verbales acabados en -ar e -ir en sabir, que pueden tener una influencia peninsular procedente tanto del catalán medieval como del castellano.
[7] Moneda de bajo valor de origen árabe.
[8] Unidad y peso monetario usado en varios países desde la Edad Media. Originariamente apareció en Alemania en el siglo IX difundiéndose su uso en otros lugares como Italia o la Corona de Castilla.
[9] Moneda de los Estados Pontificios, pero también de otras regiones italianas
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