Antes de hablar de las botas tengo que hablar de otros tres calzados: 

1. "Huesas" u "osas": calzado de origen romano, de cuero fuerte y con caña más o menos alta. Generalmente iba forrado de piel y se usaba para guerrear, viajar, cazar o en campaña. Está documentado desde el siglo X-XIII.

«Ossas, puto ab Oso primum factas, et quamvis ex alio genere, tamen nomen pristinum retinent

627–630, Etimologías de San Isidoro de Sevilla.

«Ellos vienen cuesta yuso e todos traen calças,/ e las siellas coceras e las cinchas amojadas;/ nós cavalgaremos siellas gallegas e huesas sobre calças,/ ciento cavalleros devemos vencer a aquellas mesnadas

Poema de Mío Cid, anónimo, hacia 1140.                                                                                botazas

Finales del siglo XII. Catedral de la Magdalena, Tudela, Navarra (detalle)

2. Babugas o "ballugas": calzado de origen árabe, de cuero blando que quedaba por encima de los tobillos y cuyo borde superior se podía llevar doblado. Se llevarán durante los siglos X y XI. Posibles ballugas podemos ver en el Códice albeldense o Vigilano del siglo X, en la Biblioteca del Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, (Madrid) y en el Antifonario de 1069 de la Catedral de León, así como en el Beato de Burgo de Osma de Soria de 1086.

«et Iº pectene de almafi, unas ballugas (… ) parelios de spora»

Dos usos latinos aos usos romances: o tratamento do léxico, de Xaime Varela Sieiro.

3. Botín, este calzado está documentado desde finales del siglo XIV. Cubría pie y tobillo. Eran de cordobán (forrados o sin forrar) o de carnero. Se podían abrochar a un lateral con un cordón para que quedara ajustado, o se podían abrochar en el empeine. Este calzado también lo usó la mujer. Posiblemente fuera el denominado zapatos de cuerda o cordado, o los llamados zapatos botinados

En las siguientes iconografías podemos ver este tipo de calzado: Fábulas de Esopo, 1430, en la Biblioteca de Escorial; retablo de San Salvador, 1438-1476, de Blasco de Grañén y Martín de Soria, en Salvador de Ejea de los Caballeros, Zaragoza; San Abdón y San Senén, 1460, de Jaime Huguet en Santa María de Tarrasa, Barcelona y en la Adoración de las reliquias de San Ildefonso, 1480-90, de Fernando Gallego en la Catedral de Zamora; Das Trachtenbuch, 1529, de Christoph Weiditz.

En documentos del siglo XVI aparecen las botillas o medias botas, de uso exclusivo femenino. Se podían confeccionar con telas lujosas como el terciopelo.

«yten unas botillas de cordoban nuevas; yten unas botillas biejas»

1583, Testamento e inventario de doña Inés de Acuña, mujer de don Alonso de Castilla, por Anastasio Rojo Vega.

 

                                                                       BOTINES

H.1500. San Roque, Alonso de Sedano, Museo de Burgos (detalle)

Las botas

El término está documentando en el siglo XIV, aunque no será de uso habitual hasta el siglo XVI.

Era un calzado cerrado, de cuero duro, con suelas fuertes (generalmente dos). Con el tiempo se les colocó el tacón para una mejor sujeción a los estribos. La caña llegabahasta media pierna, hasta las corvas de la rodilla o las sobrepasaba (botas de rodillera).

Sebastián de Covarrubias escribe en su "Tesoro de la Lengua castellana o española", 1611:

«calçado de cuero que coge toda la pierna hasta la rodilla, y difiere del borceguí por ser más justa que él y tener suela de vaca»

Los materiales básicos eran el cordobán (encerado o baqueteado), cuero de vaca, de cerdo e incluso de piel de garduña.

Se llevaron para montar a caballo, tanto en el mundo militar y como para viajar (botas de campo, de monte o de camino). Este calzado no se llevó para andar por la ciudad (como así ocurría en Francia, Inglaterra o Portugal), aunque los petimetres, ya en el siglo XVI, no dudarán en lucirlas (bota de rua).

Las botas solían ser lisas, pero las había también labradas, con dos clases de labores: botas picadas (dibujo ejecutado con un molde) y botas trenzadas (lucían una labor de lacería, realizado por medio de correillas superpuestas). Podían llevar aderezos dorados. 

Las únicas botas que por ahora he encontrado del siglo XVI son las que aparecen en "La flagelación de Cristo" de Juan de Anchieta, en la iglesia de San Miguel de Vitoria. 

En el siglo XVII vemos bota encerada de rodillera, con espuelas, en el cuadro de la "La Victoria de Fleurus" de Vicente Carducho, 1634,en el Museo del Prado. 

Las botas-borceguís eran las botas enceradas. Aparecen documentadas a mediados del siglo XVI.

Eran de cuero flexible como la badana o el cordobán, o también de bayeta, con el pie reforzado y una suela dura, pudiendo ser blancas o negras. Las llevaban los caballeros de la corte, y las podemos ver en los retratos. Se abrochaban a las calzas o calzones por correas o con hebillas para que estuvieran bien estiradas.

 «Anda más justo que una bota blanca».

Cartas de Andres de Almansa y Mendoza: Novedades de esta corte y avisos recibidos de otras partes, 1621-1626.                                                                                 botas

Retrato de Felipe III, taller de Juan Pantoja de la Cruz, mercado del arte

A partir de los años 30 se popularizaría entre algunos caballeros las botas de estilo francés. Estas eran de caña muy amplia y con arrugas.

Un ejemplo lo tenemos en el retrato de "Don Tiburcio de Redín y Cruzat, Barón de Bigüezal", atribuido a Fray Juan Andrés Ricci (hacia 1635), que se encuentra en el Museo del Prado.

BOTA BARROCA

Bibliografía: 

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  • Bernis Madrazo, Carmen: Indumentaria Medieval Española, Instituto Diego Velázquez, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, CSIC, 1956.
  • Bernis, Carmen: trajes y modas en la España de los Reyes Católicos I: Las mujeres. II: Los hombres. Consejo Superior de Investigaciones Científicas, CSIC. 1975.
  • Bernis Madrazo, Carmen: Indumentaria española en tiempos de Carlos V. Madrid: Instituto Diego Velázquez (Consejo Superior de Investigaciones Científicas, CSIC), 1962
  • Bernis, Carmen: El traje y los tipos sociales en El Quijote: Madrid: Visor, 2001
  • Cianca Aguilar, Elena: El campo léxico "calzado" en español. Tesis. 1996.
  • Herrero García, Miguel: Oficios populares en la sociedad de Lope de Vega. Madrid, Castalia, 1977.
  • Lasmarías Ponz, Israel: Vestidos para viajar: 1600-1650. 2005.
  • Menéndez Pidal, Gonzalo: La España del siglo XIII: leída en imágenes. Real Academia de la Historia, 1987.
  • Sigüenza Pelarda, Cristina: La moda en el vestir en la pintura gótica aragonesa. Institución “Fernando El Católico”, Excma. Diputación de Zaragoza, 2000.
  • Memorias de la Real Academia de la Historia, (XXXVIII, [2 ...], Volumen 4. 1805.
  • Diccionario de la lengua castellana en que se explica el verdadero sentido de las voces, su naturaleza y calidad, con las phrases o modos de hablar, los proverbios o rephranes, y otras cosas convenientes al uso de la lengua..., Real Academia Española de Madrid. Entre 1726 y 1739.

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