En este artículo nos acercaremos a una de las tipologías de construcción de la Antigüedad, los faros desde sus orígenes hasta la Antigua Grecia.  Unas edificaciones que salvaron de muchos naufragios a las naves que transitaban las rutas marítimas mediterráneas y atlánticas y fueron el precedente de los faros en la actualidad.

LOS PRIMEROS FAROS: ANTECEDENTES Y EVOLUCIÓN

No se sabe a ciencia cierta donde nacieron los faros.  Muchos estudiosos creen que ya desde la época protohistórica y coincidiendo con los avances de la navegación primitiva, comenzaron a encenderse fogatas situadas en altura y en lugares estratégicos de la costa mediterránea, atlántica  o del Índico para guiar a los navegantes a un puerto o fondeadero seguro.

Además de señal de ubicación o guía, estas fogatas habrían tenido una función como señal de aviso ante posibles amenazas, haciéndose de día con humo y de noche con la luz del fuego.

Recreación idealizada con IA de una fogata para  la navegación,  al borde de un acantilado. (Creación por AI)

Sin embargo, esta luz amiga que podría ayudar podía volverse incluso en contra de los navegantes al ser usada, como pasó, por piratas que buscaban con ellas atraer a los barcos y encallarlos para después dar buena cuenta de cada embarcación que caía en sus manos apoderándose de las mercancías, de los bienes de los pasajeros y tripulación,  e incluso tomando a éstos como cautivos para pedir rescate.

Para combatir la piratería y el uso indebido de estas fogatas, tal como cree el estudioso Julio Martínez Maganto[1], se comenzaron a construir las primeras estructuras turriformes que combinaban esta función de torre-vigía y faro.

Aalgunas recientes investigaciones apuntan  en esta dirección y al posible origen oriental de lo hoy entendemos modernamente como un faro. Así, en el año 2015, durante unas excavaciones en el litoral de Kuntasi (Gujarat, India) apareció una estructura con forma de torre cuadrada y rampa vinculada a la civilización de Harappa que los arqueólogos indios dataron en el 2000 a.C. y creyeron que habría funcionado como un faro primitivo para guiar a los barcos a buen puerto[2].  Sin embargo, este uso como faro es aún objeto de debate.

Mientras tanto, en el Mediterráneo oriental, se producen en este periodo protohistórico nuevos avances náuticos de tipo técnico (navíos de mayor calado,  timón lateral, mapas rudimentarios etc..) así como un mejor conocimiento de los vientos y de las estrellas[3] que ayudarán a mejorar el tránsito por las antiguas rutas marítimas y permitirán la expansión fenicia desde Oriente Medio al Mediterráneo occidental y desde ahí, a dar el salto a las costas atlánticas, tal como ocurrió con la famosa Ruta del Estaño.

La Estrella Polar dentro de su constelación Osa Menor respecto a las estrellas de El Carro  (Fuente foto: Pinterest)

CRETA Y LA GRECIA ARCAICA

Es en el mundo grecolatino donde tenemos justamente la primera acepción de ‘faro’ como tal a nivel lingüístico. De ella nos dice San Isidoro de Sevilla en sus Etimologías, que fue una palabra usada por griegos y romanos para designar cierto un tipo de construcciones que consistían en unas torres muy altas rematadas por una fogata, cuya luz guiaba de lejos a los navegantes[4]. 

Las primeras menciones escritas sobre faros arcaicos son dos:  Una, es la que nos da Homero (siglo VIII a.C.)  sobre el faro que construye Palamedes de Nafplio y la otra es la historia recogida por el poeta Lesques de Pirra (hacia el 660 a.C.), quien nos habla de un faro que existía en Sigeo (zona noroeste de Anatolia).   Una centuria más tarde, hacia el siglo VI a.C. otras fuentes nos mencionan que las islas de Tasos y Delos contaron con varios de ellos en sus litorales.

Por esta misma época del siglo VI a.C. en Creta y sus zonas de influencia minoica se construyeron faros. Sin embargo, nada ha quedado de estas construcciones aludidas a nivel de yacimientos arqueológicos.

Por último, aunque tradicionalmente según algunos autores (y siguiendo a estos, algunos ilustradores), han representado al Coloso de Rodas (s. III a.C.) como un faro primigenio parece ser sólo tuvo función de estatua votiva en conmemoración de una victoria local contra el rey Demetrio Poliorcetes.

Grabado idealizado del Coloso de Rodas. Fuente[5]

FENICIOS Y CARTAGINESES

La creciente necesidad de conseguir nuevas materias primas y de alimentos en lo que antiguamente era Canaán (o Fenicia), obligó a los fenicios a buscar nuevas rutas hacia Occidente y el Sur (Mar Rojo) para obtenerlas mediante el comercio o la explotación de recursos en las zonas a las que llegaban.

Hacía el siglo IX a.C. se desarrollaron por todo el Mar Mediterráneo nuevas rutas comerciales que incluso llegaron hasta el Atlántico (rutas del estaño y el ámbar) y hasta el África subsahariana.[6] Se trata de rutas que bordeaban la costa y no entraban en mar abierto.

En muchas de las zonas por donde pasan estas rutas, se fundan ex novo hacia los siglos VIII y VII a.C. una serie de asentamientos costeros[7] donde se construyen pequeños puertos o fondeaderos para el amarre de los navíos mercantes, a los que se añaden pequeñas factorías de almacenaje y talleres de trabajo y reparación[8]. Junto a estos puertos, también pudieron construirse los primeros faros antiguos tal como asegura el historiador Fernando Fernández Gómez.[9]  

Algunos de estos faros según este mismo autor habrían sido construidos en Hispania, en lugares estratégicos como los cabos montañosos de Ápila y Calpe[10] o endesembocaduras de ríos como el Vélez, cerca de Vélez-Málaga.[11]

Maqueta de barco mercante cananeo conocido como Uluburun, nombre dado a un pecio de un barco similar a este que transportaba un cargamento de cobre en la costa turca. La embarcación está datada en el siglo XIV a. C.  En la costas españolas tenemos dos pecios singulares, también fenicios, el Mazarrón 1 y el Mazarrón 2.

Hacía el siglo VI a.C., ya en época púnica, la actividad comercial y marítima no decayó, pero se complementó con una política de rivalidad y acuerdos hacia potencias como los griegos o Roma.

La capital, Cartago, contó con un gran puerto comercial y militar que estaba dotado de un gran faro.

Igualmente, durante las Guerras Púnicas contra Roma, los cartagineses crearon una línea defensiva propia de construcciones llamadas “Torres de Aníbal” que parece ser tuvieron la doble función de ser torres-vigía y  faros costeros. Según Plinio el Viejo[12] y Tito Livio[13], estas torres fueron mandadas construir por este estratega en las costas del Norte de África e Hispania (costa mediterránea y valle del Guadalquivir) para contener y avisar de la amenaza de la flota romana en las costas ibéricas bajo control cartaginés.

Por último, mencionar también el faro de posible origen púnico de Gadir (Gades /Cádiz) que pudo tener una forma de zigurat o bien ser tener una forma turriforme inspirada por el Faro de Alejandría del que hablamos a continuación.

Rutas comerciales fenicias y asentamientos.  Podemos ver aquí también la ruta del Estaño. Fuente[14].

EL FARO DE ALEJANDRÍA

No podíamos finalizar este artículo sin dejar de mencionar el faro más famoso y popular del mundo helenístico,  el de Alejandría.

Construido en época de Ptolomeo de Egipto (280-247 a.C.), por el arquitecto Sóstrato de Cnido, alcanzó una altura de 100 metros y fue en la Antigüedad considerado según Antípatro de Sidón, una de las Siete Maravillas del Mundo.    El edificio fue construido en una isla del Delta del Nilo llamada ‘Pharos’ helenización del egipcio ‘Pharaa’ (Brocado), llamada así por las lujosas telas con las que allí se comercializaba[15]. Posteriormente, este topónimo acabaría convirtiéndose en la palabra ‘faro’ que hoy conocemos en la actualidad.

Este faro tenía tres cuerpos, la parte más alta en forma de torre cuadrada, otra de menor tamaño y como remate, una linterna o fanal[16] de tipo decorativo sobre el que había una gran estatua[17] adornada con tritones en las esquinas que lo remataba[18].

Fue dañado a lo largo de su existencia por tres terremotos distintos permaneciendo sus estructuras, ya en ruinas, hasta el siglo XIV.

Este faro fue inspiración arquitectónica y decorativa para otros que irían apareciendo en el mundo romano.

Representación hipotética del Faro de Alejandría hacia el siglo I o II d.C. según algunas monedas romanas. (Fuente foto de DEA Picture Gallery / Getty Images[19].

BIBLIOGRAFÍA Y RECURSOS WEB

ALVAR, J. (1981): La navegación prerromana en la Península Ibérica: colonizadores e indígenas, Madrid.

GIARDINA, Baldasarre (2010). Navigare Necesse Est – Lighthouses from Antiquity to the Middle Ages. BAR International Series.

MATEOS VICENTE, R. (2006), “Santuarios litorales y control del territorio”. Spal, 15, pp. 205-215

MARTINEZ MAGANTO, Julio (2015). “Faros y luces de señalización en la navegación antigua” en Cuadernos De Prehistoria Y Arqueología De La Universidad Autónoma De Madrid17.

PELLICER CATALÁN, M. (2008), “De los mitos históricos de A. Schulten a la realidad arqueológica actual tartésica”. Temas de Estética y Arte, 22, p. 17

PLINIO EL VIEJO (Ed. 2002), Historia Natural. Ediciones Cátedra: II, 72, 1.

YADUBIRSINGH, Rawat (2015). “Coastal Sites: Possible port towns of Harappan time in Gujarat” in Port Towns of Gujarat (Edición de Sara Keller y Michael Pearson), Primus Books.

[1]Véase MARTINEZ MAGANTO, Julio (1990). “Faros y luces de señalización en la Navegación Antigua”  en CuPAUAM. 17-1990, pp. 67-89

[2] Véase YADUBIRSINGH, Rawat (2015). “Coastal Sites: Possible port towns of Harappan time in Gujarat” in Port Towns of Gujarat (Edición de Sara Keller y Michael Pearson), Primus Books.

[3] El uso de la estrella polar o Polaris como guía data de muy antiguo y sería la cabeza de la constelación de la Osa Menor.  Igualmente, se usaban otras constelaciones como Orión  (su famoso cinturón) y la Osa Mayor (El carro).  Por otro lado, también se podía navegar siguiendo el curso del Sol.  A medida que la nave se desplazaba, las estrellas fijas se mantenían en una posición constante, lo que les permitía calcular su posición.

[4] SAN ISIDORO DE SEVILLA, Etimologías, 15, II, 37.

[5] Enlace web: Otro-de-los-grabados-idealizadores-del-Coloso-de-Rodas.jpg (700×457) (historiaeweb.com)

[6] Se cree incluso tal como defienden algunos autores que navegantes fenicios y púnicos llegaron a circunnavegar África en hasta tres ocasiones por el sur y por el norte,  tal como nos cuenta Plinio, hubo exploradores como Hilmico que navegaron hasta la lejana Irlanda.

[7] La presencia fenicia en la Península no fue hasta ahora como se ha ido creyendo, sólo temporal y basada en unas relaciones comerciales de intercambio estacionales.  Muchos de estos asentamientos acabarán con el tiempo por ser ciudades que protagonizarán importantes hechos históricos en la Antigüedad y acabarán por otro lado ejerciendo una gran influencia en la población local, tal como ocurrió con Tartessos.

[8] Entre ellos, fundados por fenicios de Tiro, estarán Lixos, Cádiz (Gadir) y Cartago.

[9] “(…) puede asegurarse, no obstante, que ya existieron faros (…) en época fenicia, pues estos dominaron las artes del mar y la navegación, entre las que habría que incluir las relacionadas con la construcción de barcos y puertos uno de cuyos elementos más importantes serían los faros.” Véase FERNANDEZ GÓMEZ, Fernando (2019).” Un faro de bronce votivo de época romana en el mercado de antigüedades de Sevilla”. Temas de Estética y Arte. 2019-2022, p.161

[10] Sitos en lo que hoy sería el Estrecho de Gibraltar y alude a los dos peñascos que lo delimitan: el Djebel Musa en Marruecos y el Peñón de Gibraltar, en territorio ibérico.  En época fenicia fueron conocidas como el Estrecho de Melkart y con los griegos y romanos como Columnas de Hércules.

[11] PELLICER CATALÁN, M. (2008), “De los mitos históricos de A. Schulten a la realidad arqueológica actual tartésica”. Temas de Estética y Arte, 22, p. 17

[12] PLINIO EL VIEJO (Ed. 2002), Historia Natural, Ediciones Cátedra: II, 72, 1.

[13] Livio, XXII, 19, 6.

[14] Enlace mapa:  Fenicios: marco geográfico y expansión - No cierres los ojos

[15] MARTINEZ MAGANTO, Julio (2015). “Faros y luces de señalización en la navegación antigua” en Cuadernos De Prehistoria Y Arqueología De La Universidad Autónoma De Madrid17.

[16] El remate del faro era una cúspide con un espejo que reflejaba el sol durante el día, y en la que se encendía una gran hoguera durante la noche

[17] Que bien pudiese ser de Poseidón, Zeus Soter o Hércules.

[18] Una tipología decorativa que llegará a otros faros posteriores como el de Gadir/Gades.

[19] Fuente enlace: Faros romanos en el mar Mediterráneo | Puertos romanos (romanports.org)

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