Stop-breath-think-act es la regla de oro de la psicología moderna que tiene como objetivo el aprendizaje y la resolución eficiente de problemas. El Mindfulness y otras disciplinas formativas, especialmente en el ámbito del deporte de aventura, hacen hincapié en que el neófito aprenda a afrontar las tareas de una manera calmada y desestresada, poniendo en el orden adecuado cada etapa, para conseguir alcanzar nuestro objetivo. Parar para evitar las precipitaciones, respirar para alcanzar un estado de calma en nuestro cuerpo y mente, pensar para evitar cometer los errores propios de la impetuosidad y por último tomar una decisión o pasar a la acción.

La recreación histórica no tiene por qué ser ajena a esta regla de aprendizaje que muy bien puede convertirse en una regla de vida. La inmensa tarea de revivir la Historia parece inabarcable a menos que “centremos el tiro” y tomemos decisiones acertadas. Porque ciertamente, son muchas las decisiones que un recreador histórico debe tomar, algunas bastante sutiles y poco aparentes. Sobre todo a la hora de elegir qué época recrear y qué periodo concreto dentro de cada época.

Pongamos algunos ejemplos.

En la historia de Roma se contemplan mil años y otros mil si consideramos la extensión de vida que supuso el Imperio Bizantino. Por tanto, las opciones van mucho más allá que la recreación de la estereotípica época alto imperial. Las opciones de recrear la Monarquía o República romanas son muy apreciadas e interesantes, tanto como la época de los siglos IV y V d.C., donde la riqueza y variedad de opciones son muy notables.

La Edad Media abarca otros mil años y una extensión geográfica inmensa. No es lo mismo elegir recrear el siglo XII castellano que el islámico. Además de los espectaculares siglos XIV y XV, los recreadores tienen la oportunidad considerar otras épocas y latitudes de todas las que ofrece la apasionante historia de los reinos hispánicos.

Considerando a continuación la recreación del Imperio Español, existen decisiones importantes a tomar pues las compras de equipamiento serían distintas si elegimos el Siglo XVI o el XVII. Una vez más, hay que conocer que un soldado de los Tercios no vestía igual si andaba por Sevilla, puerta de las Indias y caput mundi de la época, que si estaba metido en una fangosa trinchera asediando Amberes. Y que no es lo mismo un pica seca del XVI que un mosquetero de 1660.

Conforme avanzamos en el tiempo, las decisiones se afinan. Por ejemplo, en la época del XVIII y Campañas Napoleónicas las diferencias de uniformidad y armamento pueden ser tan variables como elegir 1808 o 1812 para recrear una unidad militar de infantería o caballería. Eso sin contar la multitud de países y regimientos que se ofrecen como alternativas al recreador que empieza y que puede acabar de los nervios.

Ya vemos que el apasionante mundo de la recreación de la Historia está lleno de decisiones a tomar. Y una no menor es la de elegir dónde asesorarte y adquirir tu equipo histórico con garantías. La Casa del Recreador se guía por los principios de calidad, legalidad y transparencia para ofrecer al consumidor online la mejor oferta e información que le ayude a satisfacer sus necesidades.

Y siempre: para, respira, piensa y… recrea la Historia

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