El centro del Alentejo, en Portugal, está en proceso de abandono, pero en época prehistórica fue el centro más activo del territorio. Monsaraz se encuentra a 18 km al este de Reguengos de Monsaraz, donde se encuentra el poblado de Perdigoes y la mayor concentración de monumentos megalíticos de Portugal, con 135 construcciones prehistóricas. Las llanuras alrededor de Monsaraz están llenas de círculos de piedra, menhires y dólmenes, testimonio de una población de la Edad de Piedra que contaba con miles de habitantes. 

Los megalitos neolíticos están dispersos por todo el paisaje que rodea Monsaraz. Es fantástico descubrirlos, pero no es muy sencillo, por lo que aquí aportamos la geolocalización.

Menhir do Outeiro

38.4705476701449, -7.393587316590363

Situado a 6 km al norte de Monsaraz, cerca del cementerio, se encuentra el Menhir do Outeiro de granito, de 5,6 m de altura, uno de los monumentos megalíticos más altos jamás descubiertos en Portugal.

Menhir da Bulhoa

38.462426818152224, -7.382876162932426

A un kilómetro al este de Monsaraz, cerca de la carretera que une los pueblos de Telheiro y Outeiro. Este megalito no se identificó hasta 1970 porque yacía plano, tumbado, con su parte superior separada de la base. Más tarde se encontró en un lagar cercano. Por lo tanto, el menhir ha sido reconstruido, pero en este punto, ahora casi perfecto, permanecen las huellas de la fractura. El menhir de Bulhóa o Abelhóa es un bloque de granito que data del 4000 al 2500 antes de Cristo. La piedra levantada mide casi 4 metros de altura y tiene misteriosos grabados en ambos lados. Tiene círculos y líneas talladas.

Cromeleque do Xerez

38.453597107733856, -7.3710410454268

Está cerca del Convento do Orada. Es un conjunto con el menhir de 7 toneladas en su centro. Es un "círculo" cuadrado de 49 piedras de granito con un imponente menhir central de cuatro metros de altura, que se cree que fue construido para albergar ritos de fertilidad en tiempos neolíticos. Las rocas estaban antaño a 5 km al sur de Monsaraz, pero se movieron antes de la inundación que los anegaría por la construcción de la enorme presa de Alqueva.

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