Ninguna réplica es igual exactamente igual al original. Desde nuestra óptica del siglo XXI, no podemos sino aproximarnos ligeramente a los materiales probablemente utilizados y a las técnicas supuestamente empleadas en la fabricación original. Por ello, toda clasificación está condicionada desde su origen por nuestra propia perspectiva, árbol de creencias y carencias de información.

Con estos condicionantes y para orientar en lo posible al recreador histórico, en el ámbito internacional se han establecido clasificaciones que permiten encuadrar cada artículo en una u otra categoría. Así, el internauta puede encontrar clasificaciones que van de la A a la C (o a la D en algunos casos) para clasificar espadas, dagas y otras armas blancas. En protecciones pasivas, se utiliza con frecuencia el término battle ready, para designar un escudo, casco o coraza que puede, en teoría, soportar golpes fuertes. Con frecuencia una misma espada o daga se encuentran disponibles en dos versiones, recreación y práctica (funcional), proporcionando al cliente la opción de elegir según sus necesidades. En ocasiones, estas clasificaciones se basan en la información “disponible” sobre los materiales y procesos de fabricación. En otros casos, el encuadramiento se realiza por índices técnicos de dureza, coeficientes de torsión, flexibilidad u otras variables y medidas propias de la categoría del artículo.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que estas clasificaciones no están avaladas por ninguna organización gubernamental ni agencia internacional con reconocimiento oficial. Se trata de clasificaciones de origen privado, promovidas por fabricantes, distribuidores o asociaciones de usuarios, que no cuentan con reconocimiento legal. Por tanto, deben ser consideradas como útiles, pero no absolutas. Como suele suceder con frecuencia en todos los nuevos sectores económicos, el legislador va por detrás de la realidad industrial. Sin embargo, ya que la ley es lenta pero segura, debemos esperar en un futuro cercano que los gobiernos (en nuestro caso la Unión Europea) promuevan la regulación legal o reglamentaria de las actividades de recreación o combates históricos, para la mejor protección y seguridad del consumidor y las empresas.

Practicas con espada

Con todo, las preguntas que el recreador debe realizarse son ¿qué réplica necesito? y ¿para qué deseo utilizarla? Con una correcta respuesta a estas preguntas, el recreador histórico enfocará su objetivo de compra de forma certera. Contar con una tienda que pueda ofrecerle toda la información y asesoramiento necesario es esencial para el recreador histórico. En La Casa del Recreador asesoramos gratuitamente a todos los recreadores sobre el fabricante de cada producto, sus cualidades y sus límites, aconsejando en su caso, la mejor opción para cada cliente y objetivo.

Por ejemplo, en caso del recreador principiante (etapa que atravesamos todos), tiene la opción de decantarse por las opciones de precio más ajustado, todas muy dignas y correctas. El recreador veterano y de mayor capacidad económica puede permitirse réplicas de precio mayor y fabricantes de prestigio, a veces, por el solo hecho de exhibirlas. Los mismos principios se aplican a coleccionistas noveles y expertos. Quien desea realizar prácticas, combates o esgrima, debe decantarse por espadas funcionales y protecciones adecuadas. El uso de réplicas de recreación para actividades reales o deportivas sin el material y la formación necesarios puede conllevar problemas de seguridad, que todo recreador responsable debe evitar.

Por último, os recordamos que no hay reproducciones mejores o peores, solo mas o menos adecuados para cada objetivo. El mercado está en disposición de ofrecer productos de amplia gama de calidades y precios, con el objeto de satisfacer cada necesidad y posibilidades económicas. El recreador histórico es el responsable de evaluar sus necesidades reales y combinarlas con su capacidad económica, para disfrutar de su afición favorita con la mejor calidad y seguridad.

  • abr 14, 2020 Salvatore

    El principal punto a la hora de saber que necesitamos es dejarnos aconsejar por aquellas personas que mas se hayan movido por ese ambito. Puedes querer una espada bonita para la pared (no necesitas que sea fuerte) una para blandirla sin maltrato (una replica no destinada para combate),una espada algo mas robusta pero sin ser una viga (para contacto ligero como el de recreación) o directamente una viga para contacto pleno. No por ser mas dura es mas histórica. Una espada lo mas correcta posible es un arma blanca y buena replica del original. Esta última era la usada en batallas pero por su peligrosidad (y mayor fragilidad) que muchas destinadas al contacto moderado o pleno, son desaconsejables para su uso.rn En cuanto a las armaduras PRECAUCIÓN. Una armadura tiene muchos parámetros como puede ser material (acero dulce, acero de ballesta, acero de ballesta templado, aleacion de chatarra e incluso titanio o aluminio), diseño decorativo (ni te lo puedes poner si es de tu talla) diseño funcional (lo puedes vestir si te entra, pero no esta hecho para recibir golpes fuertes como hachazos) y armadura para combate medieval (colocada con experiencia y usada con cabeza).Por supuesto puedes tener la mejor armadura pero no saber ponértela y tener un hombro al aire o parte del cuello.rn Una armadura funcional, que sería el caso de las destinadas a la recreación no están pensadas para salir a pelear en un combate a potencia completa (ya sea por la calidad de sus cueros, la fiabilidad de sus remaches, el diseño, cantidad de acolchado y el material unido a su grosor. Da igual que lleves un peto de 2 mm si se van a partir las correas y remaches O TIENE UN METAL BLANDO COMO EL PLOMO. También es importante citar que las armaduras de guerra reales solían estar en torno a 1mm de grosor y que por eso salen partidos en las iluminaciones por armas como espadas. Entramos en la tesitura de que significa "Battle Ready" pues las verdaderas armaduras históricas no eran indestructibles, solo proporcionaban una protección ante muchas de las armas usadas cuando no te impactaban de lleno. Esto unido a unas buenas habilidades combativas solo permitían que te impactaran golpes poco peligrosos para tu armadura. No olvidemos que la gente moría o sobrevivía por su entrenamiento unido a un material mejor que aumentaba su ventaja frente al resto de combatientes. rnLa guerra te obligaba a portarla bastante tiempo en ocasiones, a vadear obstáculos, a evitar trampas a combatir las altas temperaturas y tenias que llegar en buenas condiciones al combate y por ello fue necesario usar grosores que no resisten determinados golpes, acolchados mínimos en muchos casos, guantes con dedos mal protegidos en pro de la movilidad, piezas como el facial, hombreras, biceps, grebas no usadas y así una larga lista.

Dejar un comentario

Iniciar sesión


arrow_upward