La virtualización de patrimonio es un campo que, a día de hoy, está cada vez más presente. Esta disciplina combina tecnología de vanguardia con el campo que estudia todo lo relacionado con el patrimonio artístico y cultural. Consiguiendo la difusión y conservación de nuestra herencia histórica y patrimonial.

Lejos de ser una mera curiosidad tecnológica, se ha convertido en una herramienta fundamental para la investigación, la educación y la democratización del acceso al patrimonio, abriendo también interesantes vías para crear un nuevo sector que permita la creación de este tipo de contenido.

Virtualizando el ayer para el mañana

La virtualización consiste en crear modelos o representaciones digitales de objetos, sitios o de algún contexto específico. Todo se puede digitalizar, desde pequeñas piezas de orfebrería, un edificio histórico o un yacimiento arqueológico. La tecnología utilizada es muy variada, creándose sinergias entre ellas, por ejemplo, escaneo 3D, fotogrametría, modelado 3D, realidad virtual, o realidad aumentada. También, a través de una IA bien entrenada, podríamos realizar un ejercicio de recreación histórica.

Este campo de creación de contenido no tiene como objetivo sustituir la experiencia física de la persona con el patrimonio, sino complementar y enriquecerla, permitiendo crear nuevas áreas de conocimiento sin barreras físicas ni geográficas. Para un investigador supone poder analizar una pieza sin tocarla, o reconstruir virtualmente un entorno desaparecido, para un estudiante, ofrece de una forma inmersiva a la vez que dinámica aprender historia, y para el público general, abre las puertas a museos y sitios, creándose nuevas formas de conocimiento.

Preproducción: relación entre los profesionales de patrimonio y los artistas digitales.

Antes de que un especialista 3D se involucre de lleno en la producción digital del proyecto, debe de pasar por un exhaustivo proceso de documentación para tener una contextualización profunda de aquello que va a recrear. Ya que la virtualización de patrimonio no es simplemente una cuestión técnica de reproducir formas, sino de entender y transmitir la historia y su significado. Un modelo 3D sin un rigor histórico sería un mero objeto visualmente atractivo que distorsiona la realidad histórica.

La figura del artista 3D debe convertirse en una figura multidisciplinar creando sinergias entre ambos mundos. Empezando por las relaciones laborales entre especialistas, aquí entran en juego arqueólogos, historiadores, historiadores del arte, conservadores y museólogos. Cada uno de ellos va a aportar un punto de vista distinto de un mismo objeto de estudio. Pero todos ellos darán un conocimiento primario básico para entender el proyecto. El profesional de 3D hace tangible lo que arqueólogos o historiadores conceptualizan y es ese concepto el que debe de quedar claro en esta etapa del proyecto. También ayudan aportando información material sobre el objeto de estudio, asesorando sobre las zonas más críticas o los aspectos más relevantes. Pueden ofrecer información sobre cómo manipular objetos históricos si es el caso, procesos históricos o contextualización a todos los niveles que se deban de tener en cuenta.

La observación directa es otro elemento fundamental a la hora de documentarse pues ver su estado de conservación, su entorno, texturas, colores etc.... ayuda a la hora de recrearlo. También se puede documentar en archivos históricos, papers científicos, catálogos museísticos.

En este proceso también se toman todo tipo de medidas físicas si es necesario.

En definitiva, hay que acercarse a todo aquello que te pueda ofrecer información seria y veraz para una correcta virtualización. Y donde el diálogo y las sinergias creadas entre todas las partes debe ser constante. La técnica debe subordinarse al porqué de la pieza o espacio a virtualizar.

Virtualización: de lo físico a lo digital

Una vez que se han tomado datos pertinentes, pasará al digitalizado. Este proceso lo podremos hacer de varias maneras. Uno de ellos es el propio modelado a través de un sofware de 3D. Usaremos este método para aquellos elementos que no existen o están demasiado deteriorados, o para recreaciones hipotéticas. Este método se utiliza sobre todo para reconstrucciones de edificios.

La fotogrametría es otro método, consiste en tomar múltiples fotografías de un objeto o lugar desde diferentes ángulos. Un software especializado luego analiza estas imágenes para reconstruir la geometría 3D y la textura del objeto. Es una técnica versátil y relativamente económica, se utiliza para objetos de tamaño medio, aunque también se puede utilizar para espacios más grandes o la digitalización de algunas áreas arqueológicas.

El escaneado láser también es un método válido creando mallas de alta calidad a partir de la nube de puntos. Es útil para capturar detalles arquitectónicos o grandes extensiones de terreno.

Una vez modelado u obtenida la geometría del modelo, pasamos a una nueva fase, más artística, en la que a través del el texturizado, iluminación, materiales creamos la escena que estará de cara al público y le dará el carácter propio al espacio que estamos virtualizando. No hay que buscar tanto un aspecto fotorrealista, si no una infografía que convenza. Crear una imagen con una atmósfera que traslade al lugar dónde queremos, buscando estrategias visuales que lo consigan, por ejemplo, en la perfección de la imagen está en la imperfección, es decir, la realidad es irregular, a veces sucia, llena de objetos, en definitiva, darle lógica.

Una buena iluminación en un espacio virtual es un equilibrio entre técnica y arte. Con la luz conseguimos dar dramatismo y profundidad al escenario, lo dotamos de alma, de nada sirve un buen modelo 3D o unas texturas bien trabajadas si la luz no transmite. Dependiendo de la iluminación que utilicemos, transmitiremos una sensación u otra. Haremos captar la atención de aquello que nos interesa, ofreciendo una jerarquía visual. Otros aspectos como la temperatura de color, el cálculo de rebotes en superficies impactará directamente en la percepción del espacio recreado.

Las texturas y materiales son otro vértice fundamental de la virtualización. Un material bien trabajado en alta resolución, basado en la documentación obtenida, nos permite un acercamiento a los colores y texturas de la época. Hay múltiples herramientas para la creación de texturas y materiales PBR (Physically Based Rendering) que consiguen el efecto que queremos conseguir. Maderas, estucos, tierras, cerámicas, suelen ser los más utilizados en este tipo de escenarios.

Un aspecto a tener en cuenta es la optimización. Todo escenario debe ser modelado, iluminado, texturizado y postproducido a tenor de dónde vaya a ser utilizado, es decir, si solo se va a realizar render o vídeo, puedes aumentar la calidad general del proyecto, por ejemplo, más resolución de texturas y materiales, más rebotes de luz o postproducción más exigente. Sin embargo, si queremos integrarlo en plataformas interactivas como una gamificación o a realidad virtual, conlleva un importante ejercicio de optimización para que la experiencia sea viable y agradable.

Caso de éxito: Domvs S.XXI

Este proyecto resume todo lo anteriormente comentado. Desde la etapa de documentación hasta el render final. Se ha realizado en paralelo, su optimización para integrarlas en plataformas de gamificación y realidad virtual.

Empezamos el recorrido por un plano de planta de la domvs. Tiene las partes clásicas de este tipo de edificación, las fauces, un atrivm, tablinum, oecvs, peristilo, triclinio, y el área de esclavos. A continuación veremos en detalle cada uno de estos espacios:

Atrivm: era el auténtico centro neurálgico de la casa romana. Se trataba de un gran espacio interior que recibía luz y agua de lluvia a través de una abertura en el techo, la cual caía en un estanque central. Funcionaba como un gran recibidor y distribuidor hacia el resto de estancias.

Se puede observar en primer lugar la atmósfera creada de claroscuros que, técnicamente, se consigue a través de la postproducción. Otros aspectos a tomar en cuenta de esta imagen sería la textura del suelo, que es un mosaico con imperfecciones, dando realismo. La misma técnica se ha utilizado para muros y suciedades de la cornisa del impluvium.

Otra vista del atrium

Otra vista del atrium: en este caso, ha primado el aspecto artístico que el descriptivo, desenfocando la celosía de primer término y enfocando el resto de la estancia.

Larario: era el pequeño altar sagrado presente en toda casa romana, donde la familia honraba a diario a sus dioses protectores y a los espíritus de sus antepasados. A través de pequeñas ofrendas, como comida o incienso, buscaban la bendición y la buena fortuna para el hogar. Era, en esencia, el centro de la fe doméstica y un recordatorio constante de la protección divina sobre la familia. En esta escena, hay tres materiales interesantes, una, que simula el mármol hecho con estuco, la pintura central original y la de los muros, simulando estucos.

Oecus: era la sala de transición entre el atrio y el peristilo de una domus romana. Aquí, la familia recibía a invitados importantes. A diferencia del atrio, que era el centro de la vida social y de negocios de la casa, el oecus era un lugar más privado y ornamental, a menudo ricamente decorado con frescos, mosaicos y muebles finos, reflejando el estatus y la riqueza de sus propietarios.

El lenguaje audiovisual es primordial, en este caso, este tiro de cámara representa la idea de transición de esta estancia, en la que enseña el atrium a lo lejos, sin dejar de enseñar los frescos de los muros.

Peristilo: era el jardín interior de la casa romana, un espacio abierto y tranquilo rodeado por un pórtico con columnas. Funcionaba como el corazón de la vivienda, aportando luz y aire fresco a las habitaciones, y sirviendo como un lugar privado para el descanso y el disfrute familiar. A menudo estaba decorado con fuentes y estatuas.

Para tratar este espacio y conseguir un mayor realismo, las imperfecciones y suciedad són dos elementos básicos. Aunque haya simetría en la arquitectura, en los demás elementos no es así, por ejemplo en la vegetación, bordillos o algunos bancos.

Exedra: este elemento arquitectónico, da cierta distinción al exterior, pues no se encuentra en todos los peristilos. Debemos de buscar siempre que nos lo permita el proyecto, elementos que distinga a nuestro proyecto de otros.

Para evitar la monotonía de planos descriptivos, es aconsejable utilizar alguno más artístico, como este. De esta manera el proyecto gana en creatividad.

Triclinium: era el comedor formal de una casa romana, nombrado así por los lechos donde se reclinaban los invitados para comer. Era una de las estancias más importantes y decoradas, reflejando el estatus de la familia. Aquí se celebraban banquetes, se discutían asuntos y se fortalecían lazos sociales.

El control de la luz en esta estancia es absoluta a través de la luz cálida de las velas, dándonos un acceso visual al peristilo. Los estucos inundan los muros y el techo de esta estancia, creando un verdadero ambiente de lujo. El suelo, simulando mármol, se consigue trabajando el material aprovechando las cualidades físicas reales de este material.

Estancias de los esclavos: en estos espacios, el tratamiento de texturas, materiales e iluminación son diferentes, adaptándose a las propias características de estas estancias, mucho más sobrias, menos cuidadas y algo sucias. En definitiva, más humildes.

Aplicaciones de la virtualización de patrimonio

La virtualización del patrimonio es mucho más que una simple copia digital, es una herramienta que transforma la forma en que interactuamos con nuestra historia. Gracias a ella, podemos crear un registro digital y detallado de sitios y objetos históricos. Esto es especialmente útil para gestionar riesgos, ya que en caso de desastres, estos modelos 3D son fundamentales para la reconstrucción.

Además de su valor en la conservación, la virtualización es un pilar de la investigación científica. Los investigadores pueden examinar objetos desde cualquier ángulo y con precisión, comparando piezas de diferentes colecciones y contextualizando objetos que están muy lejos entre sí. También pueden probar sus hipótesis sobre cómo se construían o usaban las piezas en un entorno virtual seguro, lo que abre un abanico de posibilidades para el estudio de nuestro pasado.

En el ámbito de la educación y la divulgación, la virtualización democratiza el acceso a la cultura. Con la realidad virtual o aumentada, el aprendizaje se vuelve una experiencia inmersiva, permitiendo a los estudiantes "visitar" lugares históricos desde cualquier lugar. Esto elimina las barreras geográficas y físicas, haciendo que el patrimonio sea accesible para todos. A su vez, los modelos 3D se convierten en recursos didácticos de alta calidad para aulas, museos virtuales y plataformas de aprendizaje en línea.

El turismo cultural es otro ámbito donde la virtualización puede actuar, el video y la imagen son cada vez herramientas más destacadas para atraer a nuevos visitantes, de esta manera aumentamos el interés por los espacios a promocionar. La información digital cada vez conecta más con la sociedad, aumentando la posibilidad de que la experiencia sea positiva y el conocimiento adquirido sea mayor.

Una vez que el patrimonio ha sido digitalizado, se pueden crear experiencias inmersivas y aplicaciones que tienen un valor añadido. por ejemplo, desarrollo aplicaciones de realidad virtual que ofrecen tours guiados, juegos educativos o reconstrucciones históricas. También existen los tours virtuales que se pueden explorar desde un navegador, que pueden ser gratuitos como promoción o de pago con contenido exclusivo.

Otra vía a explotar es el merchandising digital y físico. Los modelos 3D de patrimonio se pueden usar para imprimir réplicas físicas de alta calidad, que se venden en tiendas de museos o a coleccionistas.

De cara al futuro, la virtualización del patrimonio es un campo muy emocionante. Se espera que la tecnología siga avanzando, con la inteligencia artificial desempeñando un papel clave en la automatización de la reconstrucción y en la creación de guías virtuales. La colaboración entre el sector público y el privado será crucial, ya que las instituciones culturales necesitan la experiencia y los recursos de las empresas para seguir innovando.

En definitiva, la virtualización no solo se trata de tecnología, es una forma de conectar a las personas con su pasado, conservando para las futuras generaciones mientras enriquecemos el presente. Es un camino donde la innovación y la tradición se unen para construir un futuro más consciente y culturalmente rico.

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