Baelo

Su nombre viene de que se hizo sobre una fundación fenicia llamada Bailo y su apellido es porque el emperador romano Claudio le concedió el rango de municipio romano entre los años 41 y 48.

El inicio de las actividades pesquero-conserveras en Baelo se produjo una generación después de la fundación de la colonia latina de Carteia (171 a.C.). Las ánforas que se utilizaban en Baelo para contener las salazones y salsas de pescado también se fabricaban en Carteia.

Baelo Claudia data entre el siglo II a. C. y el siglo V d.C., aunque el momento de apogeo de la colonia es el s. I d.C.

Es una ciudad que nos aporta gran cantidad de información en los contextos de época republicana.

Tras la derrota de Sertorio, los habitantes de Bailo fueron obligados a bajar a la playa, algo que equivalía a derribar sus murallas.

Es probable que Augusto concediese a Baelo el derecho latino para estabilizar o aumentar la población dedicada a las cetariae. Se han hallado ánforas de salazones y salsas de pescado del sur de la Península Ibérica del último tercio del siglo I a.C. a lo largo del eje Ródano-Rin, por el que se abastecía a las legiones de Augusto en la conquista de Germania hasta la derrota de Teutoburgo en 5 d.C.

El emperador Claudio elevó es estatus jurídico de Baelo a la categoría de municipio de derecho romano como premio por la colaboración en la política norteafricana del emperador, que retomó la política atlántica de Julio César.

Las ciudades del sur de la Península Ibérica aprovisionaron al ejército que fue a Mauritania, por lo que los productos de Baelo llegaron al Norte de África. El periodo de apogeo económico se reflejó en el entramado urbano y monumental. El nuevo estatuto de municipio debió traer consigo aportes de población.

Las industrias de salazones de pescado equivalen a una tercera parte del total de la ciudad, con lo que vemos cuál fue su motor económico.

Baelo es un puerto donde generalmente se embarca hasta Tingis[1], en Mauritania, porque está cerca[2] y las corrientes marinas facilitan la travesía. También es un emporio que tiene fábricas de salazones porque posee excepcionales condiciones para la actividad pesquera debido a la conjunción de corrientes cálidas y frías, así como por el paso estacional de diversas especies migratorias, especialmente atunes.

Baelo Claudia es la cetaria mejor estudiada de las aproximadamente 300 encontradas en el Mediterráneo Occidental, ya que se han hallado evidencias arqueológicas de todo el ciclo productivo y, además, de una gran cantidad de especies marinas, aunque la mayor parte de la producción se centró en el atún. También se han encontrado sardinas, anchoas, erizos y besugos entre las especies que se procesaban industrialmente. También se han encontrado lapas que se podrían usar para potenciar el sabor de las salsas de pescado. Es decir, se aprovechaban todos los recursos en operaciones muy rentables.

La parte sur de la ciudad estaba dedicada a la industria de la conserva pesquera y su capacidad total estimada podría ser de unos 2.500 m³. Alguna de estas fábricas tenían dos pisos.

Al tratarse de edificios industriales, la decoración es casi inexistente.

En algunas de las piletas para salazones de Baelo Claudia se ha identificado garum hecho con un tipo de besugo (Pagellus acarne).

La variedad de herramientas de pesca halladas indica la cantidad de técnicas especializadas que se utilizaban.

Las conservas marinas ya eran una actividad importante en el período republicano tardío.

La pesca con caña y sedal era una actividad común recreativa o de subsistencia.

Hay vertederos de espinas de pescado o de huesos fuera de la ciudad.

Las casas

En Baelo Claudia sorprende la escasez de casas, ya que allí vivirían más de dos mil habitantes. Es muy probable que sus dueños tuvieran negocios y relaciones con la industria pesquero-conservera.

Además de la zona industrial con restos de las instalaciones para la fabricación del garum, calles, acueductos y sistema de alcantarillado, en el yacimiento se conservan los elementos más representativos que constituían la esencia de una ciudad romana. Ésta contaba con:

Muralla

Una cerca o muralla, reforzada con más de cuarenta torres de vigía, de las que se conservan las puertas principales de la ciudad, la que se dirigía a Gades, al oeste, y la que se dirigía a Carteia (cerca de San Roque). Hacia el Este, exístía una tercera puerta situada al norte de la ciudad, denominada Puerta de Asido.

La puerta Puerta de Gades se encuentra al occidente de Baelo construida con piedra calcárea local, de color gris y marrón, de la que quedan casi dos metros de altura. Se construyó mediante grandes piedras labradas en sus caras vistas con un casi perfecto acoplamiento por el trabajo de cantería.

La Puerta de Carteia, que es posterior, se construyó de manera semejante.

La muralla cerca del Teatro cuyas cortinas occidentales tuvieron que ser completamente reconstruidas, probablemente en la época de Claudio.

El decumanus maximus es bastante ancho, pero se reduce casi a la mitad al pasar por las puertas de la ciudad.

Edificios de carácter administrativo como la curia (senado local) o el archivo municipal.

Una plaza pública (foro). El centro de la ciudad es romano, pero la periferia siguió siendo púnica.

Un palacio de justicia (basílica judicial), situado en el foro frente a los templos. Tiene planta rectangular y mide 19,5 por 35,5 metros. Estaba presidido por una estatua del emperador Trajano de más de tres metros de altura.

Cuatro templos: tres dedicados a cada uno de los componentes de la Tríada capitolina (Júpiter, Juno y Minerva) y uno dedicado a la diosa Isis, relacionado al culto isíaco en la Península.

Es probable que el templo central que preside el foro estuviese dedicado al dios púnico Melkart/Hércules, que debió pasar, tras la interpretatio romana, a tener culto imperial

Teatro

El mayor edificio de Baelo Claudia es el teatro, con aforo de hasta 2000 personas, donde todos los actores eran hombres, incluso en los papeles de mujeres, que para interpretar se colocaban máscaras, según fuese el personaje que representaban.

El edificio ha pasado por dos fases de construcción, uno se pregunta si se trata de una construcción de dos. fase de construcción o una restauración importante del primer edificio después de grandes derrumbes. Esta segunda proposición parece la más probable si tenemos en cuenta que Baelo fue azotada por un terremoto que afectó a la mayoría de sus monumentos entre el 40 y el 50 d.C.

Foro

En el centro de la terraza superior del foro de Baelo Claudia se encuentran los templos capitolinos. Tiene configuración tripartita, con los tres templos de cella única dispuestos de forma paralela, como el de Mérida o el de Écija.

Como es habitual, estaba rodeado de tabernas, al menos hasta Augusto, cuando fueron sustituidas por mercados cubiertos.

Mercado

También pueden verse restos de las tiendas (tabernae), el mercado (macellum), recinto cerrado destinado a la venta de carne y comestible en general y formado por catorce tiendas y un patio interior.

Las termas (termae) son dos, a cada extremo de la ciudad: las termas marítimas, fuera de la ciudad, en el extremo suroeste y otras junto a la puerta de Gades.

En el interior de la natatio de las termas marítimas se halló una escultura de mármol que es la unica copia de la Península del Doríforo de Policleto.

Acueductos

El abastecimiento de agua de la ciudad se realizaba por medio de cuatro acueductos.

La ciudad romana se abastecía de agua mediante un acueducto occidental (Molino de Sierra Plata), un acueducto oriental (Punta Paloma) y uno del norte (Realillo) donde se reconoce una torre de agua.

La torre de agua es una estructura que sirve para almacenar y distribuir el agua. Tiene planta cuadrangular terminada en ábside y reforzada por 12 contrafuertes en cada lado largo. Parte de su bóveda, de 2,80 a 3 m de espesor, aún es visible en alzado. Está hecha con mortero hidráulico que impermeabilizó toda la estructura. Mide 30 m de largo, 4 m de ancho interno y casi 5 m de alto. El volumen de agua estimado es de 270 m3.

La necrópolis

Se utilizó durante 500 años de forma ininterrumpida. En ella se ve un sustrato poblacional púnico. Se han hallado algunos betilos.

Los monumentos funerarios son dispositivos de comunicación entre el presente y el pasado, por lo que son muy útiles para entender lo que sucedió.

Hacia mediados del s. I se comienza a observar en la necrópolis una articulación del espacio funerario característicamente romana (jalonando las vías que llegaban a la ciudad y en áreas dedicadas a estos fines) o una indicación nominal de a quién pertenecen las sepulturas a través de los epígrafes, de las lápidas funerarias o del empleo de monumentos que presentan tipologías similares a los que podemos encontrar en otras áreas del Imperio. Antes nada de eso era necesario porque probablemente un sustrato importante de la población seguía tradiciones púnicas.

El espacio funerario está socialmente estructurado. Junto a la puerta de Carteia están los de mayor tamaño y complejidad arquitectónica y que corresponden a la élite urbana republicana. Los sepulcros ubicados junto a la vía de Carteia ocupan un espacio funerario más desordenado, siguiendo un patrón funerario norteafricano, donde se concentran los betilos, que no son ni púnicos ni romanos, sino de una tradición local.

Junto a la playa se encuentran los sepulcros de tipo itálico de finales s. I-s. II.

El abandono

En la segunda mitad del siglo II hubo un gran maremoto que arrasó gran parte de la ciudad, por lo que la actividad económica disminuyó, coincidiendo con un periodo de inestabilidad debido principalmente a las incursiones de los pueblos mauri. La ocupación de Baelo Claudia se prolongó hasta prácticamente el siglo VII, tras lo que el núcleo urbano fue abandonado definitivamente.

 

[1]Después viene Menlaría, que tiene saladeros, y a continuación el río y la ciudad de Belón. De allí es de donde par­ten generalmente las travesías hacia Tingis de Maurusia.

Estrabón, Geografía III,8

[2] Más allá de las Columnas de Hércules han desaparecido las poblaciones de Lisa y Cotas, ahora está Tánger, fundada en otro tiempo por Anteo; después el emperador Claudio, al hacerla colonia, la llamó Julia Traducía. Dista de Belo, población de la Bética, treinta mil pasos por la ruta más corta.

Plinio, Historia Natural, V,2

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