Bota barroca

Aunque existiendo desde la Edad Media, las botas de caña alta no comenzaron a popularizarse en los ejércitos españoles hasta bien entrado el siglo XVII, cuando se comienzan a filtrar modas francesas. A partir de la década de 1640 las botas se van generalizando entre aquellos que se las pueden permitir, estando bastante de moda en la segunda mitad del siglo XVII.

Están fabricadas en cuero artificial impermeable, de apariencia realista pero con precio muy ajustado. En el interior están forradas de viscosa suave. Las hebillas barrocas de latón envejecido eran un ornamento que se mantuvo en uso hasta bien entrado el siglo XVIII. La caña alta con vueltas y sus tacones son la imagen arquetípica de la bota barroca por excelencia. La suela es de caucho altamente resistente a la abrasión, para garantizar largas y cómodas jornadas de recreación histórica.

Para un calzado cómodo, el cierre se hace con una cremallera interior que queda totalmente oculta a la vista.

Disponible en dos colores, negro y marrón oscuro. Seleccione su número al comprar.